Formación de un moco espeso y pegajoso que afecta pulmones, páncreas, hígado e intestinos hasta taponarlos, es el trastorno que causa la Fibrosis Quística, FQ.
Entre 50 y 100 niños colombianos nacen con esta patología, según la Asociación Colombiana de Neumología Pediátrica, ACNP.
Es genética, afecta especialmente a la población infantil, provoca infecciones pulmonares y problemas digestivos que sin tratamiento oportuno pueden ser mortales.
También es llamada ‘enfermedad del besito salado’, porque los niños que la padecen presentan elevadas concentraciones de sal en el sudor y en la piel.
La Fibrosis Quística se caracteriza por la acumulación en los pulmones de moco anormal -espeso y pegajoso- que bloquea los conductos respiratorios.
Según la ACNP, la Fibrosis Quística se convierte en una patología peligrosa debido a su difícil diagnóstico.
Con frecuencia es confundida con enfermedades comunes respiratorias o digestivas. En muchos casos, la enfermedad no se detecta a tiempo y pone en serio riesgo la vida del paciente.
“En Colombia es común que la Fibrosis Quística sea diagnosticada tardíamente. Se detecta cuando ya se ha presentado el daño pulmonar y pancreático provocando alta mortalidad en los afectados”, asegura la neumóloga pediátrica, Catalina Vásquez Sagra, presidenta de la ACNP.
Añade que esta dolencia está enlistada como una enfermedad huérfana o rara por ser de origen genético.
La experta expuso una condición obligada para que un recién nacido padezca del llamado ‘besito salado’ es que ambos padres sean por-tadores de la misma.
Esta enfermedad tiene mayor incidencia en la población caucásica (raza blanca).
Síntomas del ‘besito salado’
Entre los síntomas más frecuentes de la Fibrosis Quística figura: sudor excesivamente salado, retardo en el crecimiento, dificultad para subir de peso o pérdida del mismo, diarreas abundantes y aceitosas, infecciones respiratorias persistentes (como neumonía o sinusitis), tos crónica, sibilancias (sonido silbante durante la respiración) y fatiga.
Vásquez Sagra explica que la sintomatología de esta enfermedad incurable varía según el órgano afectado.
Dice que si afecta el sistema respiratorio, los chillidos en el pecho son provocados por el espesamiento de las secreciones de los bronquios y a la dificultad para su eliminación. Con frecuencia los pacientes con Fibrosis Quística experimentan afecciones en el páncreas (insuficiencia pancreática exocrina) que generan una eliminación de heces con grados altos de grasas que, normalmente, desencadenan un “delicado” cuadro de malnutrición.
“Es necesario realizar un diagnóstico precoz. Para su detección, es importante estar atento a la manifestación típica de la ‘enfermedad del besito salado’: las altas concentraciones de sal en el sudor”, apuntó.
Recomendaciones médicas
Catalina Vásquez Sagra, neumóloga pediátrica y presidenta de la ACNP, señala que es de vital importancia realizar controles periódicos a los recién nacidos para evitar que esta delicada patología sea confundida con afecciones comunes en la infancia.
Esta enfermedad necesita de un tratamiento multidisciplinario, dirigido especialmente a la nutrición de los pacientes para contrarrestar directamente su evolución.
“La Fibrosis Quística no tiene cura definitiva, pero con un diagnóstico oportuno y con los avances médicos se les puede brindar a los niños la posibilidad de llegar a una vida adulta normal, tranquila y productiva”, acota Vásquez Sagra.

