Su diagnóstico se dicta luego de descartar otras patologías. Los síntomas son similares a los de un cuadro gripal y es más común en las mujeres.
Rigidez en los músculos y tendones, fatiga extrema y dolor persistente en todo el cuerpo, similar al de una gripa, son algunos síntomas de la fibromialgia. Pero estas no son las únicas señales de esta patología.
La enfermedad que también es llamada fibrosis, presenta muchos signos, dolorosos en su mayoría. Entre ellos, problemas de sueño, dolores de cabeza, ansiedad y depresión.
“La particularidad de estos dolores, es que pese a que se presentan en todo el cuerpo están más concentrados en ciertas partes, las cuales denominamos puntos de sensibilidad; en el caso de la fibromialgia, encontramos puntos de sensibilidad como la parte posterior del cuello, rodillas, codos, caderas, hombros, esternón y lumbar”, afirmó Estella Falquéz, fisioterapeuta.
“Aunque el dolor es tan fuerte que pareciera venir de las articulaciones, éstas no sufren afección pese a ser las zonas en las que más dolencia padecen; la fibromialgia sólo afecta los tejidos blandos, los cuales corresponden a tejidos corporales no óseos como grasa, músculos, vasos sanguíneos y ligamentos, entre otros”, agregó.
Aunque es poco probable, los síntomas pueden verse acompañados de disminución de tolerancia al ejercicio, hormigueo o entumecimiento en manos y pies, irritabilidad en el intestino con diarrea y estreñimiento alternados y palpitaciones.
Diagnóstico por descarte
Pese a las múltiples dolencias ocasionadas por la fibromialgia, no se conocen con exactitud sus causas y mucho menos existen exámenes para diagnosticarla con exactitud.
“El diagnóstico es estrictamente clínico y se dicta luego de haber realizado muchos exámenes y de haber descartado otras enfermedades reumáticas”, señaló la Fisioterapeuta.
Hay personas que duran meses y algunas años en ser diagnosticadas, aun teniendo dolor y sensibilidad en hasta 18 zonas del cuerpo.
Entonces se toman radiografías, pruebas de laboratorio y biopsias musculares de tórax, rodillas, nalgas, muslos, cuello y hombros.
De ellos se van descartando enfermedades reumáticas, osteoporosis o artritis, las cuales tienen síntomas similares pero son tratadas de manera diferente.
Una encuesta patrocinada por laboratorios Pfizer, revela que se estima que el 3% de la población mundial padece fibromialgia, especialmente las mujeres entre los 40 y 50 años.
La misma encuesta señala que el desconocimiento de la enfermedad y la falta de exámenes diagnósticos exactos hace que muchas veces quienes la padecen sean estigmatizados, se les tache de exagerados y se asuma que su dolencia tiene origen en un trastorno mental.
El 14% de los médicos generales que participaron en la encuesta reconocieron que conocían poco o nada sobre esta enfermedad, mientras el 75% de los pacientes admitieron que no habían oído hablar de esta patología antes de ser diagnosticados.
“Aunque se desconocen sus causas, se ha llegado a relacionar con respuestas extrañas a un dolor, trauma físico o emocional, alteraciones de sueño, alteraciones den ciertas áreas del cerebro responsables del dolor, e incluso una bacteria, pero ninguna de estas es exacta; igual no se conocen de que la fibromialgia aumente tasas de mortalidad”, dijo Falquéz..
Recomendaciones
Una de las causas que más acerca al origen de la fibromialgia es entrada masiva de calcio en las neuronas de la vía del dolor, aunque no se sabe cuál es la causa de este desorden.
Hay algunas recomendaciones que se pueden seguir cuando se tengan las dolencias de esta patología que seguramente ayudarán a sobrellevarla mejor, pues al no conocerse con exactitud sus causas se desconocen mecanismos de prevención.
Se deben empezar tratamiento de fisioterapia con ejercicios y métodos para reducir el estrés, tonificar y relajar los músculos con masajes ligeros, acupuntura, caminar o nadar.
Consumir los medicamentos que el médico recomiende, que en su mayoría son antidepresivos o relajante musculares.
Llevar una dieta balanceada, evitando el consumo de cafeína, junto a un estilo de vida con características como dormir bien.
Aprender a manejar a través de terapias los pensamientos negativos, a llevar los dolores, además de informarse sobre la enfermedad.