Momentos de tensión vivieron este martes empleados y usuarios de la Contraloría Municipal de Sincelejo, así como de oficinas y negocios aledañas al edificio en donde funciona la sede del ente de control, tras descubrirse una supuesta bomba en el lugar.
Cuando eran aproximadamente las 11:00 de la mañana, un ciudadano alertó a la Policía Nacional sobre un bolso dejado por desconocidos en las afueras de la edificación y de inmediato se activaron las sospechas de un supuesto artefacto explosivo.
Un grupo de efectivos del organismo armado acudió rápidamente e inició un operativo especial, primero un uniformado acercó al objeto en mención a un perro anti-explosivos y este no dio señales de peligro.
Sin embargo, las unidades especializadas procedieron a atar cuidadosamente el bolso y alejarlo del edificio arrastrándolo con una cuerda para luego hacerle una minuciosa inspección. El procedimiento duró alrededor de treinta minutos.
Cumpliendo los protocolos de seguridad y utilizando trajes especiales, los expertos anti-explosivos lograron constatar que se trataba de un bolso que alguien había dejado abandonado en una de las entradas del edificio ubicado en la Calle 22A con Carrera 19.
El morral con los elementos que contenía quedaron a disposición de las autoridades respectivas para el desarrollo de la correspondiente investigación. Inmediatamente, todo volvió a la normalidad en las oficinas y el sector ubicado en el centro de la capital sucreña.
A pesar del supuesto peligro y observar personas salir con miedo y de manera apresurada de los edificios, cientos de curiosos se agolparon en las esquinas de la Carrera 20 y Carrera 19 a presenciar y grabar con celulares las maniobras de los uniformados.