La Corporación para el Desarrollo Sostenible de La Mojana y El San Jorge declaró como Reserva Forestal Protectora el Bosque de Santa Inés, en el municipio de San Marcos, mediante Acuerdo No. 05 del 4 de septiembre de 2015.
Esta se constituye en la primera área que adquiere tal naturaleza en la jurisdicción, con una cabida superficial de 20,2 hectáreas en su totalidad.
Según la Dirección de Corpomojana, el principal objetivo de esta declaratoria es la protección del ecosistema de bosque seco tropical de Santa Inés, lo que garantiza la recuperación y el mantenimiento de su funcionalidad, teniendo en cuenta que es uno de los pocos recursos existentes en la región.
Igualmente se garantiza su permanencia en el tiempo, ya que se encuentra asociado a prácticas religiosas y culturales de importancia para la diversidad cultural de la región, a la vez que se protege el nacimiento del arroyo La Ceja, que es fuente de abastecimiento de agua para los caseríos de Santa Inés y San Felipe, además de ser refugio y zona de tránsito de la fauna local, favoreciendo la conectividad entre ecosistemas de bosque y humedales.
Los valores naturales existentes en la Reserva Forestal Protectora Bosque de Santa Inés se encuentran amenazados, por la ocurrencia de actividades de aprovechamiento forestal (áreas muy intervenidas por los pobladores para la extracción de leña y madera para construcción, principalmente hacia el norte del bosque, donde limita con el caserío de San Felipe), cacería y el establecimiento de actividades de producción agropecuaria.
Asimismo, los cambios de uso del suelo que causan detrimento en los recursos del área, comprometiendo la estabilidad y adecuada regulación hídrica indispensable para el sostenimiento de importantes poblaciones de flora y fauna, por lo que se hace necesario adoptar medidas efectivas, que garanticen la protección integral de los ecosistemas allí presentes.
Corpomojana, en un plazo máximo de un año, realizará el Plan de Manejo de Reserva Forestal Protectora Bosque de Santa Inés, en estrecha colaboración y coordinación con el municipio de San Marcos y la Gobernación de Sucre y con los diferentes actores sociales de la zona, con el fin de ordenar y establecer que las actividades permitidas dentro del Bosque tengan un territorio definido.
El Acuerdo además prohíbe, la adjudicación de baldíos, el aprovechamiento de productos maderables, la cacería, el vertimiento de residuos sólidos y aguas residuales y, en general, todas aquellas actividades diferentes a las de conservación, educación, recreación, cultura, recuperación y control.