Ayer jueves, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, la Agencia Nacional de Tierras, la Alcaldía de Tierralta, la empresa URRÁ S.A. y el sector privado de Tierralta (Córdoba) firmaron un acuerdo para apoyar una de las reformas más importantes para el Gobierno del Cambio.
“Este hecho ratifica la confianza de la empresa privada en la apuesta progresista liderada por el presidente Gustavo Petro, lo que demuestra que es posible llegar a acuerdos en beneficio del campesinado colombiano, especialmente de quienes vivieron el conflicto armado, y cumplir con el punto uno del Acuerdo Final de Paz. Lea también: Gobierno Petro entregó 2.200 hectáreas a 173 familias campesinas en Chimichagua
“El compromiso del Gobierno y del presidente Gustavo Petro es que se haga la reforma agraria en este municipio, reparar a las víctimas del conflicto. No hay una sola persona en Tierralta que no haya vivido, en cuerpo propio o ajeno, las huellas y secuelas de la violencia”, subrayó la ministra saliente de Agricultura y Desarrollo Rural, Jhenifer Mojica.
Por su parte, el director de la Agencia Nacional de Tierras, Felipe Harman sostuvo: “Tenemos que construir una región distinta, tenemos que construir una región en paz; tenemos que construir una región en la que, con muchísimo orgullo, al campesino no le dé pena ni miedo decir que es campesino. Cuenten con nosotros porque su nobleza, su corazón, a la hora de forjar con sus propias manos la tierra para construir el alimento, el progreso y el futuro son la verdadera semilla que da paz”. Le puede interesar: Gobierno Petro reafirma compromiso de la reforma agraria con asamblea en La Guajira
El alcalde de Tierralta, Jesús David Contreras, resaltó el compromiso de avanzar en la reforma agraria para lograr la paz. “Aquí lo que hay es tierra fértil acompañada de agua y tres microclimas para la actividad agropecuaria. Este es un pueblo resiliente, que ha superado la violencia y ha abrazado tres procesos de paz, y ahora estamos listos para hacer un piloto de paz territorial”, aseguró.
El acuerdo contempla el acceso a tierra, proyectos productivos y un acompañamiento institucional permanente que garantice la puesta en marcha de una reforma agraria que es sinónimo de justicia social, hambre cero y paz.