La edad como una imposición del tiempo, que en sus pasares viene acompañada de pieles caídas y agrietadas, a veces con una barriga pronunciada, con lenta y airada movilidad, con órganos funcionando a medio vapor y un pelaje blanco, que según expertos, está muerto. Y para algunos hombres, la calvicie, para nada deseada y muy esperada. Como dicen por ahí, por las calles caribeñas: ‘mijo, la edad no viene sola’. Lea: En busca del secreto para perdonar: una exploración a víctimas del conflicto
Se entra a la famosa ‘tercera edad’ que es, para gran parte de nuestra sociedad, el codiciado ‘descanso’. Una etapa de la vida que después de años y años de arduo trabajo llega para apaciguar.
Tomás Antonio Oviedo Pastrana, es la excepción, porque a sus 98 años sigue perdidamente enamorado del ejercicio de su profesión y en la búsqueda implacable de justicia.
Nació en los calores de Sahagún, la capital cultural de Córdoba, allá por 1925. Tiene seis hijos, trece nietos y cinco bisnietos que ruegan por que ponga fin, para siempre, a sus 70 años de litigio ininterrumpidos y disfrute de sus años de vejez bajo el amparo del deber cumplido y la satisfacción que proviene con su gran trayectoria profesional.
Vive al lado de su hermana menor, quien cumplió, el pasado 9 de agosto, 97 años y los celebró como los Oviedo Pastrana saben hacerlo, con buena música, abundante comida y en compañía de los seres queridos, bailando los porros que tantos los han acompañado. Lea: Priscilla Gómez, la costeña que brilló en el Royal Opera House
Son una familia de excelente capacidad de memoria y los datos, a Tomás, no se le escapan.
Con el internet y el correo electrónico, estoy al día, actualizado de las últimas sentencias de las Cortes, del Consejo de Estado”.
Tomás Oviedo Pastrana.
Recuerda el día en que regresó a su amada Sahagún para servirle desde los conocimientos obtenidos en el programa de derecho de la Universidad Libre de Bogotá, donde obtuvo su grado el 3 de julio de 1953. Y 17 días después, el 20 de julio, sacudió sus maletas para organizar, la que hoy es, su oficina, que abrió al siguiente día.
Tomás Oviedo Pastrana no ha cerrado las puertas del lugar que se convirtió en refugio para su comunidad, y a ella siguen recurriendo cuando los problemas se avecinan.
Como la vida del abogado está llena de excepciones, el COVID-19 lo obligó a cerrar su lugar de trabajo y le impidió ejercer: “Yo me salvé porque tenía las dos vacunas”, dice entre vivas carcajadas y asegura que está perfecto de sus facultades mentales que le permiten responder ante sus clientes y los jueces. Así que él seguirá trabajando hasta que Dios lo permita.
Tiene gran experiencia en los tribunales y juzgados de derecho civil y de familia. Trabajó como Secretario de gobierno de Córdoba en 1968 en Montería, donde recuerda vivir entre los hoteles de la época y regresar cada vez que podía a las calles que lo vieron nacer y a la familia que lo esperaba. Lea: Crónica: Macondo en la mejor biblioteca del mundo
Ha vivido y evoca hitos que conforman la historia de Colombia como la caída de la hegemonía conservadora, la dictadura de Roja Pinilla, el premio Nobel de Literatura de Gabriel García Márquez, la tragedia de Armero, la promulgación de la Constitución de 1991, los intentos y el proceso de paz de Colombia con grupos insurgentes armados, el primer gobierno de izquierda del país, y como sus vecinos el Ñoño Elías y Emilio Tapia, los dos de 46 años, entraron al oscuro mundo de la corrupción colombiana. Y aunque su pueblo tenga a estas personalidades de la política como héroes, al final del día, quien está para ayudar y resolver chicharrones jurídicos es, como lo llaman sus sobrinos, el tío Toto.
El concejal más joven de Sahagún En su cédula reposan cuatro dígitos que hablan de su recorrido como abogado y ciudadano. Fue concejal de Sahagún en 1945 y se consagró como el más joven en el cargo con 20 años. Le pregunto, entre la curiosidad que me genera su voz tan presente, que si tiene ganas de ejercer otra vez el cargo público y manifiesta que por ganas no es, por dinero sí. “Quizá no lo haga porque para eso hay que comprar votos. Yo no compro y no tengo plata para hacerlo”, vuelve a soltar una carcajada libre y larga, de esas que dan vida. Recuerda, además, que si aquel acontecimiento llegara a suceder, sería el concejal más joven y más viejo en el cargo de concejal.En septiembre de 2010, hace 13 años, en Cartagena de Indias, fue condecorado por el Instituto Colombiano de Derecho Procesal como el litigante con más años de ejercicio profesional. Hoy, es reconocido como el abogado, en ejercicio, más longevo del país.
Tomás Oviedo es un jurista encantado de la virtualidad, pues le permite trabajar desde su oficina, ahorrar tiempo valioso para su edad y dedicarlo a cuidar de su salud y familia. “Con el internet y el correo electrónico estoy al día, actualizado de las últimas sentencias de las Cortes, del Consejo de Estado”.
Y gracias a su asistente, Jhonatan Ruiz, que lo ayuda a seguir en este camino en temas que desconoce como la complejidad de la computación o las actualizaciones de los sistemas.
La prolongada vida de Tomás Antonio Oviedo Pastrana se debe a las ganas de seguir ganando procesos y escuchar de la música que envuelve a su amada sabana, entre porros y boleros, que lo han acompañado todos estos años, y si bien en su familia, las mujeres son las propensas a la longevidad, mientras que los hombres se quedan rondando los ochenta, él sigue siendo la excepción, en la vida y en el derecho.