La intervención del hospital San Jerónimo de Montería, por parte de la Superintendencia de Salud, se prolongará tres meses más con el fin de lograr un punto de equilibrio ante la inminente crisis financiera.
El gobernador de Córdoba, Edwin Besaile, se reunió con la nueva gerente interventora, Inés Loaiza, con el fin de definir estrategias que permitan una eficiente prestación del servicio de salud y se comprometió a aportar la suma de 20 mil millones de pesos para superar el déficit de 43 mil millones de pesos que existe actualmente.
Los recursos, provenientes de las regalías, serán girados en 2017, 2018 y 2019 en partidas de siete mil millones de pesos, según dijo el mandatario, aduciendo que está haciendo trámites ante el Fondo de Salvamento y Garantías para el Sector Salud para que se destinen otros 20 mil millones para saldar la deuda.
Desde hace más de un año la Súper está tratando de corregir algunos hechos que generaron la crisis. La primera acción fue reducir el número de empleados a través de bolsas de empleos, por los cuales se pagaba mensualmente cerca de mil millones de pesos. Sin embargo, ese objetivo no se logró y aún hay empleados contratados por tercerización, pese a estar prohibido.
Otro de los 'desangres financieros' del centro asistencial era la contratación de ‘personal fantasma’ a los cuales se les pagaba el sueldo, pero no iban a trabajar y el exceso de funcionarios que cumplían las mismas funciones como el caso registrado con la firma Faysalud con la cual firmaron un contrato por 410 millones de pesos, cuyo objeto era suministrar 69 empleados para adelantar los procesos de facturación desde la admisión del usuario hasta la presentación de la factura para el cobro.
Por su parte, la nueva interventora, Inés Loaiza, entregó un informe pormenorizado al mandatario seccional sobre las condiciones en las que recibió hace menos de un mes el hospital e insistió en la necesidad de tomar medidas urgentes con el fin de garantizar su viabilidad financiera.
