Córdoba está de luto. La muerte intempestiva del diputado liberal Guillermo Corrales Díaz, de 56 años, causó conmoción en esta sección del país, donde miles de personas, especialmente de las bases liberales, se dieron cita para darle el último adiós.
El cuerpo del dirigente político fue llevado a las dos de la tarde de ayer a la sede de la Asamblea de Córdoba, con el fin de rendirle homenajes póstumos y luego, en la catedral San Jerónimo, se ofició la misa del último adiós.
Como se recordará Corrales Díaz, murió en Montería a causa de un paro cardiorespiratorio. Justamente se encontraba en su casa, ubicada en el barrio La Floresta de Montería, cuando se sintió mal y alcanzó a ser trasladado por sus familiares a la clínica de Traumas y Fracturas, pero llegó sin vida. Los médicos trataron de reanimarlo pero el infarto había sido fulminante.
Hasta el lugar llegaron cientos de personas con el fin de verificar si era cierto o no que el "Guillo", como le decía la comunidad había abandonado este mundo terrenal.
Su simpatía, su arraigo popular y su condición de líder de barrio que finalmente terminó convirtiéndolo en diputado, con una de las mayores votaciones de Córdoba, hizo que dirigentes de todas las colectividades y de todos los estratos asistieran ayer a uno de los más nutridos sepelios de los últimos tiempos en el Departamento.
Justo un día después de haber culminado sus labores como diputado durante el 2014, elegido además como vicepresidente de la Corporación en una nueva sólida coalición que se había logrado gestar, "Guillo" partió al infinito. Había tenido algunos problemas previos de salud, pero sin mayores contratiempos.
TRES PERÍODOS
El diputado Guillermo Corrales Díaz era abogado de la Universidad del Sinú. Su misión académica solo finalizó con su muerte, pues en forma permanente se estaba preparando porque tenía como meta cualificarse y así tener todas las herramientas necesarias para su futuro en el que además quería llegar a ser alcalde de Montería.
Hizo especializaciones en Derecho Administrativo, Derecho Penal y Criminología y en Gerencia Pública y en medio de sus contiendas políticas y de su labor como diputado, en la que llevaba tres períodos, no dejaba la academia.
Siempre militó en el grupo de Mayorías Liberales que por largos años dirigió el exsenador Juan Manuel López y hoy su esposa, la senadora Arlet Casado. Fue fiel en política y eso le mereció la confianza absoluta de los jefes liberales de Córdoba.
Su carrera laboral la inició como auditor de la Contraloría Municipal de cobranza de las Empresas Públicas Municipales y luego en el hospital San Jerónimo de Montería donde ayudaba a todas las personas que llegaban sin recursos económicos. De allí dio el salto a la candidatura como diputado en el año 2004 y fue elegido por primera vez.
A partir de ese momento empezó su carrera como diputado, la cual terminó con su muerte luego de 10 años ininterrumpidos como miembro de la Duma. En el año 2005 fue elegido como presidente de la Corporación y en la actualidad había sido elegido como vicepresidente para el período 2015.
Estaba casado con Silia Vergara y tenía tres hijos: Katia, Guillermo y Diana, todos profesionales, pues su padre siempre les inculcó el amor por el estudio y la necesidad de superarse.
Dirigentes de Córdoba lamentaron la pronta partida del diputado Corrales Díaz y exaltaron su condición humana, su sencillez y su espíritu de superación.
