Un total de 14 personas heridas y la sede de la alcaldía parcialmente destruida es el balance que se registra luego de los disturbios protagonizados por una turba enardecida en el municipio de San Pelayo, capital del porro en Córdoba y en Colombia.
La protesta se inició anoche luego que los miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) trataran de desalojar a 90 familias que habían invadido un lote de propiedad de la administración municipal en el barrio Nuevo Milenio de la localidad.
Hasta el lugar habían llegado desde las primeras horas de la madrugada del sábado 90 familias dispuestas a construir cambuches para apropiarse del lugar. Sin embargo, se dispuso un operativo de desalojo que se inició cuando cayó la noche.
Dos menores de edad tuvieron que ser traslados de urgencia al centro médico de la localidad toda vez que resultaron afectados con los gases lacrimógenos. En el pueblo se rumoró entonces que los niños habían muerto, desatando aún más el desorden.
Vándalos aprovecharon esa información para armarse con piedras y palos y generar un caos de grandes proporciones en la localidad.
Lo primero que atacaron fueron las instalaciones del Palacio Municipal de San Pelayo, razón por la cual tuvo que llegar refuerzo de la Policía y del Esmad.
Los invasores, apoyados por otros miembros de la comunidad, llegaron luego a la casa del alcalde del municipio, Jaime Pareja Alemán. Sin embargo, la Policía impidió que la destruyeran.
Luego de varios minutos de enfrentamientos, las autoridades retomaron el control y fue declarado desde anoche toque de queda en la localidad, el cual se levantó a las siete de la mañana de hoy domingo cuando la calma retornó al municipio donde se realiza anualmente el Festival Nacional del Porro.
Con relación a la salud de los dos niños afectados, autoridades de salud del Municipio confirmaron que estos recibieron atención médica inmediata y que se encuentran en buen estado.
Por su parte el comandante de Policía de Córdoba, coronel Carlos Vargas, indicó que están adelantando las investigaciones correspondientes con el fin de establecer la identidad de las personas que generaron los desórdenes con el fin de judicializarlas.
