Cuchillos, navajas, vidrios y cortadores se combinan con lápices, cuadernos y libros en los colegios de Montería.
Ante la creciente ola violenta que se está desatando en las instituciones educativas y ante las riñas y competencias que terminan en agresiones serias, la Policía de Córdoba diseñó una estrategia con el fin de evitar la proliferación de las infracciones penales y las contravenciones en la comunidad estudiantil.
De acuerdo con lo señalado por el comandante de Policía de Córdoba, coronel Carlos Vargas, se trata de darle la mayor importancia a este flagelo para controlarlo y hacer un aporte a la comunidad educativa.
En coordinación con miembros de la Policía de Infancia y Adolescencia en defensa de los derechos de niñas, niños y adolescentes se está adelantando el registro de las instituciones educativas para evitar la comisión de delitos y contravenciones.
En los primeros operativos han encontrado elementos de prueba que han permitido judicializar a los adolescentes autores o participes de infracciones penales.
En un primer operativo de registro en las instituciones educativas Cristóbal Colón, Isabel la Católica, Santa Rosa de Lima y Liceo Guillermo Valencia, todas de Montería, se logró el decomiso de 94 elementos que pueden convertirse en un riesgo para la comunidad estudiantil.
Aducen los propietarios que tenían en su poder elementos como tijeras, compases y bisturíes que son utilizados para las respectivas clases. Sin embargo, los docentes advierten que no han solicitado ese tipo de elementos para la jornada académica.
La Policía anunció que está haciendo una revisión de antecedentes de los portadores de los mencionados elementos, pues había estudiantes que tenían en su poder navajas.
El oficial explicó que antes de adelantar el procedimiento se coordina la autorización de los rectores, solicitan la participación del Defensor o Comisaría de Familia para la protección de derechos y la veeduría de funcionarios del Ministerio Público, para que den fe de los correctos procedimientos.
