En esta sección del país se han conocido casos como el de un enfermo que se quemó luego de un corto circuito en una unidad de cuidados intensivos, otros que se mantienen con escaras debido a la fricción, pacientes a los que los operan de algo distinto o en su defecto que contraen infecciones más graves que el motivo de su enfermedad.
Los estudios de prevalencia de eventos adversos en Latinoamérica señalan a la infección intrahospitalaria como el evento adverso más frecuente y fue el primer reto declarado por la Alianza Mundial para la Seguridad de los Pacientes.
Córdoba no es ajeno a esta situación. Con frecuencia se escucha a los familiares de las víctimas señalar que murieron porque contrajeron una infección dentro del quirófano.
Ante esa situación, la Secretaría de Salud de Córdoba empezó un programa de vigilancia para garantizar la seguridad de los pacientes. De acuerdo con lo señalado por el secretario de Salud de Córdoba, Alfredo Aruachán, el objetivo es brindarle a las instituciones prestadoras de servicios de salud las herramientas necesarias para identificar y evitar los eventos adversos.
El titular de la cartera de salud explicó que un evento adverso es aquel que genera daño al paciente después de que ingresa a una institución médica y está relacionado más con el cuidado proveído que con la enfermedad de base.
Así las cosas, las entidades departamentales, distritales y municipales de salud deben prestar asesoría a todas las empresas administradoras de servicios de salud, en los programas de auditoría para el mejoramiento de la calidad de la atención.
Según un estudio realizado por el profesor del Instituto de Investigaciones Clínicas de la Universidad Nacional de Colombia, Hernando Gaitán, y por el grupo de Evaluación de Tecnologías y Políticas en Salud, en Colombia la mortalidad asociada a los eventos adversos es cercana al 6 por ciento.