Lo que comenzó como un proyecto de aula para obtener una nota a final de año, se convirtió en una verdadera iniciativa de sostenibilidad que ya está teniendo resultados positivos en la Institución Educativa Bonanza de Turbaco, donde un grupo de estudiantes encontró la manera de fabricar ladrillos a base plástico para construir mobiliario para su escuela.
En un principio y con mucho esfuerzo, lograron hacer una banca; sin embargo, la proyección que tienen es poder adecuar un parque que sea la muestra de todo lo que es posible elaborar con materiales reciclables. Lea también: ‘Cartagena Anfibia’, el proyecto ambiental que lidera el colegio San Lucas
El proyecto se llama ‘Ecoladrillos’ y es liderado por jóvenes que buscan darle un nuevo uso a aquellos residuos que se producen en el mismo colegio y convertirlos en elementos que permitan mejorar el ambiente escolar.
El proceso de fabricación de los ecoladrillos
Samuel Galvis Vibanquez, estudiante de grado 11°, explicó que la idea nació el año pasado, cuando el profesor Cristóbal Jackson Sayavedra, del área de Tecnología, pidió al grupo presentar un proyecto innovador que tuviera un impacto social y contribuyera al medio ambiente. “Investigando, vi un video sobre el tema de los ladrillos y las botellas plásticas, y pensé en que de pronto nos podría salir”, explicó.
Sin embargo, la tarea no fue nada fácil. Pasaron meses de arduo trabajo e investigación para identificar la mejor manera de hacer los ladrillos. “Se supone que las botellas se tienen que exponer a muy altas temperaturas para que se derritan y con eso formar el ladrillo, así que fuimos experimentando y probando con diferentes tipos de botellas. Nos demoramos entre tres y cuatro meses para sacar apenas la mitad de un primer ladrillo”, indicó Samuel.
Para el joven de 17 años, el proceso llegó a ser frustrante, pero cuenta que la perseverancia fue la clave para lograr el objetivo. “Al final nos dimos cuenta que solo con botellas transparentes, no muy gruesas, sin tapas y sin etiquetas, funcionaba. El ladrillo se compactaba y se iba haciendo más duro”, comentó.
De acuerdo con la investigación realizada por los estudiantes, para hacer un ecoladrillo se necesitan entre 48 y 52 botellas plásticas, las cuales se derriten, se ponen en unos moldes y se dejan reposar por una noche mientras se compactan y se hacen más resistentes.
La construcción de la primera banca con ecoladrillos
El éxito de ese primer trabajo fue el impulso para que este año el proyecto se expandiera e incluyera a más estudiantes, con el fin de poder fabricar más ecoladrillos que además sirvieran para construir cosas nuevas en la escuela. De esta manera, se planteó el objetivo de hacer una banca.
A este proceso también se sumaron los estudiantes de grado 10°, quienes paralelamente desarrollaron un proyecto de ‘Nanocemento’ que sirvió para la construcción, la cual fue realizada con el apoyo de uno de los padres de familia de la escuela que es albañil.
“Nuestro proyecto surgió al ver que las bancas que había en el colegio se estaban partiendo y el nanocemento ofrece propiedades mucho más resistentes que el cemento normal, por eso lo aplicamos a los ecoladrillos para construir la nueva banca”, explicó el estudiante Miguel Ángel Romero.
La iniciativa ha motivado a muchos estudiantes que se han vinculado a este proceso, que además les ha permitido fortalecer diferentes competencias. “He aprendido muchas cosas. Este proyecto ayuda a cuidar el medio ambiente porque el plástico es uno de los mayores contaminantes y también contribuye a la economía porque con él podemos hacer mobiliarios urbanos a un bajo costo”, expresó Samuel Polo Herazo, de grado 11°.
En este sentido, la estudiante Akis Machado, también de 11°, destacó que un objetivo que tienen desde la Institución Educativa Bonanza es ser referente para otros colegios. “Este proyecto ha significado mucho para nosotros, incluso ya hemos dado charlas en otras escuelas porque queremos que también lo pongan en práctica”, puntualizó.
‘Ecoladrillos’, un proyecto para todos
Para el docente Cristóbal Jackson Sayavedra, lo que han logrado sus estudiantes con el proyecto de ‘Ecoladrillos’ es de admirar, pues otras instituciones como la de Gambote (Arjona), San José de Playón (Marialabaja) y Crisanto Luque (Turbaco) han manifestado su intención de replicar la iniciativa.
“Los estudiantes están muy motivados, se les ve el espíritu de colaboración y de pertenencia por la institución y su comunidad. Este es un proyecto hermoso del cual ha participado toda la comunidad educativa, no solamente los estudiantes sino también los docentes, directivos y padres de familia”, destacó.
De esta manera, el docente extendió la invitación a sectores públicos y privados a conocer el proyecto y apoyarlo, con el fin de que este impacto positivo se pueda masificar y siga llegando a otros entornos. “Los invitamos a que nos visiten y vean todo lo que estamos logrando, que este impacto no es solamente pedagógico, sino social, personal e integral. Este proyecto no es solo para la Institución Educativa Bonanza sino para todos”, concluyó.
