El corregimiento San Cayetano, en el municipio de Regidor, Bolívar, fue incluido en la agenda oficial de la Gobernación. El mandatario departamental, Yamil Arana, llegó a esta zona del sur del departamento para entregar un sistema de acueducto que suministrará agua potable a más de 330 familias.
La comunidad, históricamente excluida de obras de infraestructura básica, ha enfrentado durante décadas la ausencia de servicios públicos. Antes de esta intervención, los habitantes se abastecían mediante recolección de agua lluvia, transporte en pimpinas o el uso de caños contaminados, según información de la Gobernación. Lea: Gualí, Bolívar, ya tiene alcantarillado: esta fue la inversión
La visita incluyó un recorrido por el corregimiento, donde el mandatario fue recibido por residentes, líderes comunitarios y grupos culturales. Durante la jornada, varios habitantes expresaron su inconformidad con administraciones anteriores y señalaron que esta es la primera vez que un proyecto de este tipo se ejecuta en la zona.

“Nunca habían venido ni siquiera a saludar, mucho menos a hacer una obra”, comentó una habitante mientras observaba las actividades desarrolladas en el lugar.
San Cayetano, donde gran parte de la población se dedica a la pesca artesanal y cultivos como yuca y maíz, carecía de redes de distribución de agua, situación que ha sido reiteradamente denunciada por sus pobladores.
Sistema de acueducto en San Cayetano: detalles de la obra entregada
Según la Gobernación, el nuevo sistema de acueducto fue construido con una inversión superior a los 2.715 millones de pesos por parte de la Gobernación de Bolívar, a través de la Secretaría de Servicios Públicos. El proyecto contempló:
- Perforación de un pozo de 100 metros de profundidad.
- Construcción de un tanque de succión subterráneo de 180 m³.
- Instalación de un tanque elevado de 35 m³.
- Planta de bombeo con capacidad de 5 litros por segundo.
- Red de distribución con 1.750 metros de tubería.
- 95 metros lineales de tubería de impulsión.
- Dos casetas de bombeo.
- Sistema de energía solar para funcionamiento autosostenible.
- Cerramiento perimetral del sistema.
Actualmente, más de 130 viviendas ya reciben agua potable directamente desde sus grifos. La obra, además de ser funcional, fue diseñada con criterios de sostenibilidad, empleando paneles solares que reducen los costos de operación para la comunidad.
“Este es un acueducto funcional, sencillo, pero muy potente. Muchas comunidades del país han esperado años por algo así. Hoy San Cayetano puede decir que tiene agua potable, y eso es dignidad. La invitación es a cuidarlo”, afirmó el gobernador Yamil Arana al abrir la primera llave y dejar salir el chorro de agua limpia, entre aplausos y lágrimas de los habitantes.
Anuncios adicionales y próximas inversiones en San Cayetano
Durante su recorrido, Arana también escuchó las inquietudes de la comunidad y anunció medidas adicionales. Confirmó el envío de 500 bolsas de cemento para ayudar a mejorar las deterioradas calles del corregimiento y oficializó una inversión conjunta de 400 millones de pesos entre la Gobernación y la Alcaldía de Regidor, dirigida por Carlos Barros Quiñonez, para recuperar el polideportivo de la zona.
Para líderes como Elías Cárdenas Sajonero, la obra marca un antes y un después. “Este acueducto nos cambia la vida. Antes teníamos que esperar que lloviera para poder bañarnos, cocinar o limpiar. Ahora abrimos una llave. Suena simple, pero para nosotros es un milagro”, expresó.
Doña Elizabeth Pimienta, una de las habitantes más antiguas de San Cayetano, no ocultó su emoción. “A Regidor sí venían los políticos, pero hasta la cabecera. A nosotros nunca nos miraban. Este gobernador vino, y de una vez nos puso el agua. Eso no se olvida”, afirmó desde su vivienda en el sector El Campo.
Al cierre de la jornada, Yamil Arana manifestó: “Vinimos a cumplir, pero también a comprometernos con más. San Cayetano no puede volver al olvido. Este es solo el comienzo”.
La comunidad, que durante años había reclamado atención institucional, ahora cuenta con una infraestructura básica que modifica sus condiciones de vida. “Nos puso el agua, y con ella, la esperanza”, expresó Elizabeth Pimienta, habitante del corregimiento.