El corregimiento de Santa Lucía, en Magangué, sur de Bolívar, es hoy un lugar marcado por la angustia y la incertidumbre, donde cada día es una lucha contra el poder implacable del río que amenaza con arrebatarlo todo. Lea: Minagricultura avanza en las acciones para atender emergencia en Caregato
Jesús Pabuena, quien ha vivido aquí por más de cinco décadas, es uno de los que más ha sufrido con la situación. Este adulto mayor compartió su angustiante experiencia: “Hace apenas tres o cuatro meses, mientras mi esposa se bañaba, sentimos un ruido debajo de nuestra casa. En cuestión de segundos logré jalarla por el brazo y sacarla antes de que la vivienda se desplomara por completo. Fueron momentos de terror, no sabíamos si sobreviviríamos”, relata Pabuena con la voz entrecortada, recordando la tragedia que estuvo a punto de vivir. Lea: ¿En qué va el acuerdo para la solución definitiva de La Mojana?
“Si ella se hubiera caído al río, yo seguramente me hubiera tirado detrás de ella a intentar salvarla, no sé si hoy estuviéramos aquí echando el cuento”, añadió.
Erosión en Santa Lucía, Magangué. //Fotos: Cortesía
Víctor Flores, líder comunitario de Santa Lucía, no oculta su frustración. Para él la erosión no da tregua y se ha recrudecido con el pasar de las últimas lluvias.
“Hemos pedido ayuda una y otra vez, pero las autoridades no responden. El corregimiento está al borde del abismo y nuestras vidas corren peligro cada día que pasa. Nos sentimos abandonados por quienes deberían protegernos”, sostuvo.
Las imágenes de casas desplomadas y terrenos devorados por la voracidad del río son una realidad palpable en Santa Lucía. Las familias viven con el temor constante de que su hogar sea el próximo en desaparecer bajo las aguas. La erosión no solo destruye casas, sino también la esperanza de un futuro seguro y próspero para los pobladores.
En la comunidad aseguran que las propuestas de solución elaboradas en reuniones comunitarias anteriores parecen caer en oídos sordos, mientras el peligro acecha cada vez más cerca. Es por eso que le hacen un llamado a la Alcaldía de Magangué, a la Gobernación de Bolívar y al Gobierno nacional para que miren hacia Santa Lucía y ayuden a frenar el peligro.
Para la gente de este corregimiento, cada día que pasa el drama se intensifica y la desesperación crece.
La vida en Santa Lucía se ha convertido en una batalla diaria contra un enemigo invisible pero omnipresente: la erosión fluvial. Lea: Gobernador lidera PMU junto al Gobierno nacional ante emergencias por lluvias
En medio de la incertidumbre, los residentes claman por ayuda, esperando que las autoridades finalmente respondan al llamado de auxilio antes de que sea demasiado tarde.
