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Bolívar

La tanqueta antidisturbios que hoy reparte agua ante sequía en Villanueva

La tanqueta tiene una capacidad de almacenamiento de 16 mil litros de agua. La Policía se encargó de distribuir el líquido a casi 150 familias en el corregimiento de Zipacoa.

La tanqueta antidisturbios que hoy reparte agua ante sequía en Villanueva

Tanqueta antidisturbios reparte agua ante sequía en Villanueva. // Cortesía

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Esta es una historia atípica, la de un vehículo, una tanqueta para ser exactos. Desde que la diseñaron tuvo claro su fin, pertenecería a la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (UNDMO), su fin era evitar disturbios. Sin embargo, en lo últimos días, la historia del ominoso vehículo dio un giro rotundo, un refresh en días calurosos. La tanqueta fue habilitada para cargar agua, y llevarla a zonas en sequía del departamento de Bolívar.

Ese martes 13 de febrero la comunidad del corregimiento de Zipacoa, jurisdicción de Villanueva, sedienta y enardecida por la falta del preciado recurso, vislumbró un objeto que se acercaba, lo vieron con dificultad camuflado detrás de ondas de calor, esas que no se pueden ver, pero que emanan con ferocidad de la tierra.

Con la frente sudada y las pestañas empapadas, vieron luego cómo se aproximaba hacia ellos el temerario vehículo negro. “No hemos hecho nada”, pensaron al principio, pero se desarmaron segundos después, cuando notaron que aquello que traía la tanqueta era agua... y a chorros. Este hecho, sin duda alguna, se robó la atención en las redes sociales y ha sido noticia nacional. Lea también: “La reparación tardará”: Dumek sobre trabajos en tubería de agua en Ceballos

La situación en Zipacoa

Si bien en el corregimiento hay instalados algunos tanques elevados, suministrados por el agua que provee la Alcaldía de Villanueva dos veces por semana, las cosas son diferentes cuando llega la temporada de sequía y la lluvia está lejos de toda posibilidad. A los zipacoeros les toca jugársela toda, cada gota cuenta, les cuesta plata. El agua genera conflictos en las casas y ¡hay de quien llegue siquiera a bañarse con un galón de agua entero!

Algunas veces acceden a carrotanques provenientes del municipio de Santa Rosa, cuenta la comunidad que les venden cada pimpina (de aproximadamente 20 litros) en $800. Y como nada en esta vida es gratis, a esto se le suma el transporte en carretilla hasta las casas, con un costo de entre $1.000 y $1.600 por cada trayecto.

“La situación del agua potable en Zipacoa tiene ya alrededor de cinco años, y exactamente tres años atrás vino un proyecto por medio de Aguas de Bolívar, donde instalaron toda la acometida desde la vía de Villanueva hasta el corregimiento, se hicieron todas las conexiones en el pueblo y las pruebas, pero el proyecto llegó hasta ahí. No hemos recibido ninguna gota de agua por medio de esa tubería, y actualmente la estamos pasando feo. Los carrotanques de agua en la semana van una o dos veces, se podrán imaginar un pueblo de casi 3.000 habitantes, a escasos 25 minutos de Cartagena, y que tiene que cubrir necesidades de alimentos y aseo personal”, contó Mariano Contreras, habitante del corregimiento a El Universal.

El pasado 13 de febrero, la tanqueta de la Policía se convirtió en un héroe, de manera arbitraria se diría que como un Optimus Prime, pero sin transformaciones ficticias y de película. En este escenario caribe, en el mundo real, el villano no es una figura de carne y hueso, sino una situación que con desespero se siente en la piel, y en las porcelanas vacías que reposan en los patios; la cruel sequía de quien nadie tiene la culpa, pero de la que pocos deciden hacerse cargo, y acaba en desolación. Lea también: Oagrd sigue adelante con la implementación de la ‘Ruta del agua’

La tanqueta tiene una capacidad de almacenamiento de 16 mil litros de agua, y fue el mismo cuerpo de la UNDMO, rebautizados como ‘los Robocop’, quienes se encargaron de salir en el carro a distribuir los litrajes a casi 150 familias.

“Esta semana llegó el Comando Central de Policía con la tanqueta, hicieron el recorrido y entregaron lo que pudieron, la gente recogía el agua hasta en bolsas, eso la verdad fue de gran ayuda, pero ojalá pase más seguido, porque este pueblo no da abasto. Necesitamos una solución permanente, por la falta de lluvia aquí las reses están desmejoradas, se han perdido cultivos de yuca y maíz también. Como no llueve, los patios están secos, se han hecho quemas en predios y no hay forma de apagar esos incendios”, puntualizó Contreras.

En cuanto a la gestión aplaudida en redes sociales, el coronel Alejandro Reyes Ramírez, líder de esta iniciativa, destacó la importancia de estar al lado de la comunidad en momentos difíciles para paliar los estragos del fenómeno de “El Niño” y aliviar la desolación que la sed ha dejado a su paso.

“Agradecemos a la Policía Bolívar por su compromiso y generosidad al brindar ayuda cuando más se necesita. Que este acto inspire a continuar construyendo puentes de solidaridad en nuestra comunidad y más allá. Hoy hemos aprendido la lección de que incluso las máquinas más imponentes pueden transformarse en fuentes de vida”, dijo un vocero de la comunidad.

San José de Chiquito: otro corregimiento con el mismo mal

San José de Chiquito, un corregimiento en lo más recóndito de Turbaco, entre montañas y árboles secos, padece la misma necesidad de Zipacoa. Ahí los grifos y las regaderas aún están de lujo, de hecho, en algunas casas ni siquiera se toman la molestia de instalar tales accesorios.

“Aquí trajeron hace años un tanque elevado sin base, luego comenzaron a trabajar ahí y yo desde el principio le dije a los obreros que eso no iba a funcionar, porque esa agua no servía para el consumo, estaba amarga. Ellos propusieron inicialmente que enviarían una muestra del agua a Bogotá para unos estudios, luego pagaron una millonada para excavar 70 metros y no encontraron agua. La tubería esa se pudrió y nunca funcionó”, relató Torres Beltrán de 70 años a El Universal.

Las comunidades de ambos corregimientos, siguen esperanzadas en que las nuevas administraciones de sus municipios, gestionen un proyecto que les cambie la vida y apague esa sed que han cargado toda la vida.

Línea directa de alertas

Por otra parte, en Cartagena, la Oficina Asesora para la Gestión del Riesgo del Desastres (OAGRD), está gestionando algunos suministros de agua potable durante la temporada seca, coordinando distribuciones mediante carrotanques que llegan directamente a las puertas de las comunidades afectadas. Además, se ha implementado una línea directa de alertas vía WhatsApp (3175030465), permitiendo a los ciudadanos informar en tiempo real sobre cualquier escasez que experimente su comunidad.

Se ha gestionado ya el abastecimiento de agua hacia las comunidades de la vereda Recreo, Pasacaballos, Arroyo Grande, Las Canoas, Arroyo de Piedra, Arroz Barato, los alrededores del Cerro de La Popa y otras localidades, con el objetivo de mitigar la sequía que afecta de manera contundente a la región Caribe debido a la incidencia del fenómeno de El Niño.

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