La casa de María Cecilia Tejedor huele y sabe a mango. Todos los días, a las 10:30 de la mañana, toma dos mangos grandes, los corta en pedacitos, los echa en la licuadora y agrega agua, azúcar y hielo, convirtiéndolos así en uno de los jugos más refrescantes que endulzan el paladar de quienes estén a esa hora en su vivienda.
En la finca ‘La Piña’ de María, un gran solar en el que sobresalen los árboles que paren este fruto, las gallinas descansan junto a pilas de mangos, los niños de las casas vecinas juegan a ser ‘recolectores’ de mango y Ángel, uno de los hijos de María, los selecciona y empaca en canastas rojas para su comercialización. Lea: El mango es el rey en Malagana
María, de 64 años, cuenta que el mango ha estado presente toda su vida. Nacida y criada en Malagana, el pueblo de Bolívar donde esta fruta es insignia y tradición, completa ya seis años al frente del cultivo y venta de mangos. “Anteriormente el mango lo cultivaban mi papá y mi esposo, y desde hace más de cinco años me metí de lleno en su producción”.
Esta fruta, que llegó a este corregimiento de Mahates proveniente de la India a principios de 1900 por el Canal del Dique, cobra especial relevancia entre abril y agosto porque la cosecha es abundante. María relata que este año en particular la producción no ha sido “tan buena”, debido a dos fuertes aguaceros que cayeron en la población durante los primeros días de enero. “Este año cayeron dos aguaceros, uno el 4 de enero y otro el 10 enero, entonces la cosecha se vino abajo porque todas las flores se le cayeron a los árboles y perdieron fuerza”.

De la finca de María salen aproximadamente unas 70 cajas de mango de todas las clases: mango de azúcar, tommy, de puerco, papo, manzanita, número 11, chancleta, papo de la reina y papaya. Sí, es que esta fruta ofrece tanto variedad en términos de dulzor y sabor como en nombres. El mango de puerco, por ejemplo, es de los más populares y conocidos. Muchos consideran que es de los favoritos porque tiene una pulpa fibrosa y sirve para hacer grandes recetas. Lea: ¡Pura pulpa! Conoce los beneficios de comer mango
Refieren que su nombre proviene precisamente de los puercos (cerdos), cuando años atrás los alimentaban en su mayoría con alimentos orgánicos, entre ellos, el mango de puerco. “Es que como ese mango se consigue en todas partes, ese se le daba también a los puercos, de ahí su nombre”, dijo un habitante.
Y aunque la venta del mango es prioridad en su familia, María expresa con preocupación que el mango en Malagana enfrenta dos grandes enemigos: la hormiga y la ardita, una plaga que está afectando a la mayoría de los árboles. “Desafortunadamente no contamos con una asistencia por parte de la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria (Umata), situación que ha agudizado el problema que tenemos con las plagas que están acabando con el mango”. Le puede interesar: Mujer y sus hijos rogaban que no mataran al padre de la familia... fue en vano
Del arroz con mango y otros manjares
Manuela Pájaro Martínez se identifica como una ‘comedora de mangos’ profesional y asegura que en su pueblo esta fruta tiene siempre el primer lugar. Cuenta que su abuela, Etilza Mendoza, fue la primera malaganera en preparar un suculento arroz con mango y, pese a que esta expresión suele ser asociada a un conjunto de cosas que “si se mezclan no van bien”, el platillo de doña Etilza sentó un precedente en esta población.
“Mi abuela, que en paz descanse, en compañía de sus hijas eligió el mango de papo de la reina, que es un mango delicioso que no se puede madurar porque se pudre. Entonces, ellas escogieron este mango y comenzaron a preparar su receta y después inventaron el mango relleno, que hasta ahora no he visto una preparación igual aquí en Malagana, y luego prepararon el mango en tentación”, recuerda la mujer.
Manuela asegura que el arroz con mango queda parecido al arroz de ahuyama y lo más espectacular es que ¡sí sabe a mango!
Para la mujer, de 46 años, el mango en Malagana lo es todo. “Afortunadamente esta tierra tiene este fruto porque, el mango si bien lo puedes encontrar en otras regiones, en Malagana todo el mundo vive para el mango. Hay personas que, por ejemplo, cogen tres o cinco mangos y sacian su hambre. En la pandemia del COVID-19 la venta de mangos fue una ayuda para muchos habitantes de este corregimiento”, dice.
A diferencia de otros reconocimientos, en Malagana celebran ser reconocidos como la ‘tierra del mango’. Líderes y habitantes de este corregimiento ya alistan los preparativos para el tan esperado ‘Festival del Mango’.
En diálogo con El Universal, Filadelfo Simarra Gastelbondo, habitante de Malagana, explicó que este festival se realiza desde hace 38 años, sin embargo, una serie de obstáculos se interpusieron y pararon por ocho años esta tradición.
Por esta razón, Simarra junto a varios representantes de la comunidad y municipios aledaños se han dado a la tarea de realizar este año una nueva versión del Festival. “Este festival es importante porque se convocan cultivadores de mango, deportistas, danzas y grupos folclóricos. Además se pueden presentar las artesanías elaboradas del mismo mango y muestras gastronómicas que tienen como base el mango y entre las que sobresalen tortas, ensaladas, juegos, arroces, mermeladas, bocadillos, costillas rellenas entre otros”.
Se espera que en su versión 2023 el ‘Festival del Mango’ en Malagana se realice del 9 al 11 de junio, junto al ya conocido ‘Reinado del Mango’.