Ángel de Arco tiene 54 años y desde hace 6 perdió su mano derecha. En su momento pensó que ese sería el fin de su vida, pero con el apoyo de sus familiares logró adaptarse y poco a poco aprendió a realizar sus actividades diarias sin este miembro superior.
Esto mismo vivieron Omar, Brandon y Carlos Mauricio, quienes tenían “temor de salir”, pues pensaban que se burlarían de ellos.
“Yo no quería salir de mi casa, porque creía que se burlarían de mí. No sabía cómo podía seguir mi vida, pero con ayuda de psicólogos, mi familia y demás personas logré ir saliendo de casa, pero ahora con esta prótesis cambiará mi vida”, dijo Carlos Mauricio.
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Ellos son solo algunas de las 12 personas, habitantes del municipio de Marialabaja en Bolívar que resultaron beneficiadas con una prótesis, gracias a una alianza de la alcaldía local y la Fundación Humanos 3D.
“Me llena de mucha emoción recibir esta prótesis, mis hijos están orgullosos de ver como puedo adaptarme a los nuevos retos con ella. Esto significa muchísimo para mí porque soy padre cabeza de hogar, han cambiado mi vida para bien y sé que con esta prótesis podré realizar las actividades que había dejado”, dijo con alegría Ángel.
Los demás comentaron en coro que por fin podrán “agarrar un vaso, coger un lapicero para escribir y abrazar con las dos manos”.
Esta alianza fue realizada gracias al programa Clínica Móviles de la fundación, con la cual se busca mejorar las condiciones de vida de estas personas que necesitaban un brazo protésico, con el único propósito de devolverles una sonrisa, aumentar calidad de vida y la esperanza para que puedan seguir aportándole a la sociedad y se desenvuelvan con normalidad en la cotidianeidad.
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“Este tipo de tecnología de impresiones en 3D permite construir brazos muy ligeros y perfectamente adaptados a la anotomía del paciente. Son prótesis muy eficientes en poco tiempo y con costos más reducidos. La toma de medidas es más fácil y se evita tener que construir un molde de escayola para reproducir el muñón”, explicaron de la fundación.
Por su parte, la alcaldesa Raquel Sierra, señaló que: “Estas prótesis pasaron de ser un sueño a una realidad en la vida de nuestros jóvenes y gracias a estas entidades de buen corazón ellos pueden disfrutar de una mejor calidad de vida. Me emociona verlos poder tomar diferentes objetos que antes no podían hacer con sus manos. Estos momentos hacen la diferencia y ratifican que los esfuerzos en la vida valen la pena”.