Guillermo Ortega Mercado y su familia quedaron sin su vivienda luego del torrencial aguacero que cayó la tarde del pasado miércoles sobre el municipio de San Juan Nepomuceno, en el centro de los Montes de María.
Ortega Mercado narró que el suceso que se presentó en el barrio Armero fue el más difícil que haya vivido en los últimos 15 años, porque la furia del arroyo El Rastro se llevó parte de sus enseres y electrodomésticos, y las herramientas que utilizaba para trabajar en su taller de ebanistería, de donde obtenía el sustento para su familia.
“Cuando el agua comenzó a aumentar su nivel ya estaba dentro de la casa y solo pudimos salvar algunas cosas. Le dije a mi esposa ‘vámonos que nos puede pasar algo’, porque no paraba de llover”, añadió.
El hombre aseguró que espera que las autoridades lo apoyen para poder recuperar algo de lo que perdió, ya que debe comenzar de cero porque no cuenta con nada para poder trabajar.
Pero no solo Guillermo resultó afectado por el fenómeno natural, también María Herrera Miranda, habitante del barrio Guapango, quien asegura que en su casa se derrumbaron algunas paredes.
Indicó que el susto fue muy grande porque la tierra se caía y pensaban que todas las casas iban a colapsar porque la lluvia se prolongaba y la creciente del arroyo El Rastro se desbordó, generándoles muchas pérdidas.
“No pudimos controlar el agua porque venía con mucha fuerza y corríamos el riesgo de que nos pasara algo. Lo material se recupera, pero una vida jamás”, sostuvo Herrera Miranda.
Ahora lo único que esperan después de perderlo todo es el apoyo de la Alcaldía municipal.
“Esta fue una situación que solo nos afecta a nosotros, porque primero tenemos que salvar la vida antes de lo material”, dijo Janner Bustillo, otro de los afectados.
Por ello, debido a esa situación, muchos afectados le pidieron al alcalde Benito Acosta Vergara que replantee las obras que están realizando para la construcción de un escenario deportivo, porque el agua no circula y hace que se desborde, provocando daños en la comunidad.
“Nos preocupa que se repita la inundación, ya que hemos escuchado que las lluvias podrían prolongarse todo el fin de semana, y eso sí sería grave porque vamos a estar en un riesgo constante”, expresó otro afectado.
“Esa es una situación crítica, por eso es necesario que les entreguen las ayudas lo más pronto posible, ya que muchas familias lo perdieron todo”, manifestó por su parte Jammer Torres Lora, electricista.
Acosta Vergara sostuvo que con el Comité Municipal de Gestión de Riesgo están evaluando los daños que sufrieron unas 350 familias, ubicadas en siete sectores, para determinar si decretan la urgencia manifiesta y poder atender la emergencia.
El funcionario aseguró que los cuerpos de socorro junto a la Armada y la Policía nacional, están realizando el censo correspondiente para determinar el número real de familias afectadas para ver qué tipo de ayudas requieren. Además, van a realizar los trabajos de mitigación de riesgo en atención de los cauces.
“Las comunidades quedaron muy mal a raíz de la pésima planificación que tiene el municipio, por eso las autoridades deben tomar correctivos definitivos”, dijo Fernando García Pérez, comerciante.
El mandatario indicó que el barrio que más sufrió con las fuertes lluvias fue Armero, donde más del 90% de los habitantes perdieron muchos electrodomésticos y algunas viviendas quedaron afectadas.
Los sectores que más sufrieron por las lluvias fueron: Armero, Guapango, Bodega y El Ojito, que son los barrios que están alrededor de los arroyos: El Rastro, Salvador y El Grande, donde el agua superó el metro de altura.
