Samir Peñaloza Castro junto a otros 40 estudiantes de la Institución Educativa León XIII sede Las Palmas, en municipio de San Jacinto, están felices por las dos nuevas aulas de clase que les entregó la Unidad de Víctimas con la cooperación internacional del PNUD, el Banco Mundial y la Embajada de Suecia.
El pequeño señaló que antes y después del vendaval que afectó el techo de la iglesia donde funcionaban los salones de clase, hace unos tres meses atrás, padecían mucho por las condiciones en que aprendían.
“Antes había mucho calor porque los ventiladores no funcionaban, y una iglesia no es el lugar para estudiar porque para eso son las aulas de clase”, dijo el pequeño.
Así mismo, Oscar David Sánchez, otro estudiante, indicó que están felices porque también van a tener una batería sanitaria, aires acondicionados, conectividad a internet, y lo más importante un cielo raso para evitar la presencia de murciélagos que afectan su salud.
El alcalde Abraham Kamell Yaspe, dijo a su turno, que es muy importante que los estudiantes cuenten con espacios dignos para aprender, y así evitar la deserción escolar.
Pablo Ruíz, delegado del PNUD, precisó que para ellos es muy satisfactorio apoyar esas iniciativas porque permiten que las comunidades resurjan.
Agregó que en el caso de Las Palmas el proceso es muy bonito porque trabajaron con y para los niños que son el futuro de la región y el país, y porque están ayudando a fortalecer la educación.
Miledis Galeano Paz, directora de la Unidad para las Víctimas de Bolívar, señaló que los recursos para la intervención fueron aportados por el gobierno de Suecia, que permitieron entregar también toda la implementación que requieren para su funcionamiento. Los palmeros también recibieron el cerramiento de la Casa de la Cultura y el Jardín de la Memoria para la implementación de la medida de rehabilitación.

