Empleados y prestadores de los servicios de salud, batallan día a día por mejorar sus condiciones y hacer valer sus derechos, tal es el caso de los trabajadores de la ESE río Grande de la Magdalena, en Magangué, quienes debido al incumplimiento en el pago de sus honorarios y prestaciones sociales alzaron su voz en un plantón donde exigieron a la ESE resolver su inquietante situación económica.
Un problema tras otro
Cuando el pasado 3 de octubre la ESE Río Grande de la Magdalena, hospital de primer nivel de Magangué, fue intervenida por la Superintendencia Nacional de Salud por presuntas irregularidades, todo indicaba que las cosas marcharían por buen camino. Han pasado 8 meses de la interventoría y al parecer el descontento de muchos trabajadores se acrecienta.
“El día que llegó la interventoría dijeron que iban a garantizar el mejoramiento de la empresa y lo que estamos viendo no es eso. Antes había problemas pero no nos debían nuestros salarios, ahora sí y eso nos está perjudicando, por eso hicimos un plantón exigiendo nuestro pago”, aseguró Teófilo Sariego, funcionario de la ESE y presidente de la Subdirectiva Magangué de la Asociación Nacional de Trabajadores (Anthoc).
Según sus declaraciones, las medidas que se han tomado para superar la crisis financiera si bien han favorecido el funcionamiento de los centros de salud, no han sido suficientes para menguar la deuda que por años viene presentando la entidad con los empleados, y por el contrario empeoró sus condiciones.
“La cura peor que la enfermedad”
Según el balance presentado por la subdirectiva de la Anthoc Magangué ante la Procuraduría, de octubre de 2017 a la fecha les adeudan un nuevo pasivo, estimado en 441 millones de pesos, entre nómina, primas, vacaciones y bienestar social laboral, esto sin incluir el pasivo que les deben desde antes de la interventoría, tampoco les han pagado las cesantías e intereses de cesantías 2017 y bienestar social laboral ( auxilio mortuorio y bono navideño).
Así mismo manifestaron que los giros recibidos este año por la ESE oscilan mensualmente entre los 300 y 591 millones de pesos. Refieren que aunque la empresa está teniendo ingresos, estos no se ven reflejados en la disminución del pasivo.
“Nos preocupa que la cura ha salido peor que la enfermedad, la venta de los servicios ha mejorado los ingresos y ellos dijeron que se iban a poner al día de manera gradual con el saldo anterior y eso es falso, estamos peor, el recaudo mejoró pero nuestras condiciones no”, puntualizó.
“Se está gestionando”
Augusto Rafael Hernández, jefe asistencial de la ESE, manifestó que efectivamente se les adeuda a los trabajadores el mes de junio y las primas, pero que están haciendo lo necesario para corregir esa situación, “es importante entender que al llegar encontramos una situación bastante deplorable, con deudas exhorbitantes y en los 8 meses hemos invertido en infraestructura, equipos, parque automotriz, ahora estamos al día con su seguridad social y parafiscales. Los recaudos que nosotros recibimos mensualmente no alcanzan para cubrir todos los costos y los gastos, estamos tratando de alcanzar un punto de equilibrio, por eso ya se adelantan trabajos para que la Superintendencia nos financie y poder saldar las deudas anteriores”.
Así mismo, Luz Stella Sierra, jefe Administrativa y financiera de la ESE, aseguró que son 76 trabajadores a los que se les debe, en nómina serían unos $170 millones y $130 millones en primas, para un total de la deuda que ronda los $300 millones.
“Al llegar, acogimos una deuda con unos pasivos de casi $10 mil millones, una cartera sin depurar y sin cobrar, y precisamente esas son las gestiones que hacemos constantemente, cobrando a las EPS hemos logrado rescatar cerca de $7 mil millones y actualmente la agente interventora adelanta gestiones para que la Supersalud nos brinde unos fondos, entonces la gestión sí se está haciendo, de igual forma sabemos que ellos tienen derecho a manifestarse”.
Fondo de salvamento
Yadira Mayerly Blanco, agente Especial Interventor, solicitó la asignación de fondos de salvamento de salud (Fonsaet) para subsanar las deudas y apaciguar la situación con los trabajadores.
“La Superintendencia ya nos aprobó un fondo de $5.000 millones, pero son recursos que envían para cubrir los pasivos laborales de las deudas antes de la intervención, ellos priorizan en qué se invertirá, por ejemplo: nómina, servicio social obligatorio, vacaciones, etc. y luego que paguemos deudas viejas, podemos pedir nuevamente la ayuda de la Superintendencia para las nuevas deudas. Lastimosamente dependemos de terceros y dar fechas exactas sería irresponsable, pero estamos haciendo todo para cumplir”, finalizó la jefe administrativa de la ESE.
