La empresa Afinia denunció que más de $300 mil millones de pesos deja de recaudar anualmente en los barrios eléctricamente subnormales de los municipios de los departamentos donde opera en el Caribe colombiano.
“Una cifra que refleja con claridad el impacto financiero y operativo que esta situación tiene sobre la prestación del servicio de energía en la región Caribe”, dice la empresa.
Anota que desde la Ley 812 de 2003, “Colombia reconoció oficialmente a estas zonas como especiales y estableció la necesidad de garantizarles acceso a la energía según sus posibilidades de pago y sus condiciones técnicas, inferiores a las reglamentarias”.
“Estos asentamientos, nacidos en su mayoría por causas como el desplazamiento, la pobreza o el crecimiento urbano desordenado, se han convertido en uno de los mayores desafíos para la empresa, que ha expuesto su difícil situación debido a los bajos niveles de recaudo, las pérdidas de energía y el impago de subsidios por parte del Gobierno Nacional”, enfatiza la empresa.
Según el informe de gestión con corte a agosto de 2025, Afinia atiende 887 barrios clasificados como eléctricamente subnormales, donde habitan más de 165.070 familias.
Sin especificar los municipios y departamentos donde opera, la empresa manifiesta que “estas zonas consumen en promedio 49 millones de kWh mensuales, con una facturación estimada en $26.483 millones y un recaudo efectivo de apenas $1.375 millones, lo que equivale a una tasa de recaudo del 5,19 % mensual”.
Del total de barrios subnormales, solo 377 cuentan con certificación técnica expedida por los entes territoriales, lo que equivale al 42,5 %. “Cabe destacar que esta certificación debe renovarse anualmente por parte de las alcaldías, pues constituye el reconocimiento oficial de que el barrio o sector carece de infraestructura eléctrica formal y no cumple las normas técnicas”. Lea aquí: Los municipios de Bolívar que estarán sin luz el 27 de octubre de 2025
Dice que esta situación pone de manifiesto un problema estructural que involucra a las comunidades, las autoridades del sector energético, sin embargo, mientras se gestionan los recursos para ejecutar los proyectos de normalización, Afinia continúa garantizando el suministro a través de 2.169 medidores totalizadores o comunitarios, que agrupan alrededor de 165 mil familias.
“Estos equipos registran el consumo global de cada sector y permiten a la empresa mantener el servicio, aunque sin la posibilidad de facturación individual ni control del consumo”, anota.
El gerente general de Afinia, Ricardo José Arango Restrepo, destacó que “superar la subnormalidad eléctrica no solo es un reto técnico, sino una urgencia social. Cada familia que logra acceder a un servicio formal y medido representa un paso hacia un Caribe más seguro y sostenible”.
Las acciones y búsqueda de soluciones estructurales
Afinia anuncia que ha iniciado un censo detallado de los suministros no residenciales ubicados en estas zonas, con el fin de establecer esquemas de facturación más equitativos que contribuyan a mejorar el recaudo y garantizar la sostenibilidad operativa.

Simultáneamente, la empresa avanza en mesas técnicas con alcaldías, gobernaciones y la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios (SSPD) para identificar los barrios prioritarios e impulsar proyectos de modernización eléctrica y legalización de usuarios.
Estos proyectos incluyen la renovación de redes, la instalación de medidores individuales, la sustitución de transformadores comunitarios y campañas pedagógicas sobre la cultura de pago y el uso seguro de la energía, con el propósito de integrar progresivamente a los usuarios al sistema formal
Adicionalmente, dentro de las acciones visibles, la empresa ha considerado la aplicación de periodos de continuidad concertada, los cuales están avalados por la regulación y se plantean como una medida de mitigación frente a parte de la problemática anunciada. Siga leyendo: Más de 5 millones de usuarios del Caribe perderían subsidios de energía
Argumenta que esta medida permite que, a través de convenios comunitarios, se implementen periodos de ausencia en el servicio de energía, que se reducen progresivamente a medida que mejora el recaudo y el cumplimiento de los compromisos asumidos por la comunidad.
Una deuda social y financiera con la región
Según la empresa Afinia, la subnormalidad eléctrica no sólo representa un desequilibrio financiero, sino también una deuda social con las familias que habitan en condiciones precarias y de riesgo. “En estas zonas es común encontrar cables improvisados, postes de madera, alambres de púa y materiales reciclables utilizados como medios de conexión para acceder a la energía, sin condiciones de seguridad ni respaldo técnico”.
“Afinia reitera su compromiso de garantizar redes seguras, servicio continuo y acceso equitativo a la energía, bajo esquemas que promuevan la corresponsabilidad de los usuarios. Asimismo, mantiene su apertura para trabajar articuladamente con las autoridades locales y nacionales, alcaldías, gobernaciones y la SSPD”, apunta.
Entre tanto, Ricardo José Arango Restrepo, subrayó que “nuestro propósito es transformar la realidad energética del Caribe, pero para lograrlo se requiere el esfuerzo conjunto de todos los actores: empresa, autoridades y comunidad. Es necesaria la corresponsabilidad ciudadana para la estabilidad del sistema eléctrico regional”.

