El 9 de abril en Colombia es un día para conmemorar, recordar y rendir homenaje a las víctimas del conflicto armado que ha azotado al país durante más de cinco décadas. En los años que lleva el país luchando para acabar con este conflicto, miles de personas han perdido sus vidas, sus tierras, sus familias y su tranquilidad.
En este día no solo se recuerda a quienes perdieron la vida, sino que también se busca dar visibilidad a las huellas que ha dejado la guerra en la sociedad colombiana.
“La guerra no ha acabado, aún tenemos miedo. Sentimos que en cualquier momento se puede repetir lo que hemos vivido”, aseguró *Jazmín García, una campesina del sur de Bolívar que fue víctima de la violencia en el país. La mujer, a sus 24 años, tuvo que salir huyendo de su tierra luego de ver a sus padres muertos en la plaza de su pueblo. Lea también: El salado: el horror que bailó al ritmo de la violencia
En 2012, el Gobierno de Colombia instauró el 9 de abril como el Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas, como un acto de reconocimiento hacia quienes han sufrido en carne propia el infierno del conflicto armado. Desde entonces, este día se ha convertido en un espacio para la reflexión, el duelo colectivo y para el compromiso de nunca olvidar.
Según la Unidad de Víctimas, más de 9 millones de personas han sido afectadas directamente por el conflicto armado en Colombia. De estas, 8 millones son víctimas del desplazamiento forzado, mientras que otras miles han sufrido homicidios, desapariciones forzadas, reclutamiento infantil, violencia sexual y otras graves violaciones a los derechos humanos.
En este contexto, el 9 de abril se convierte en un recordatorio doloroso, pero también en un llamado a la justicia y reparación.

“Claro que se olvida, acá donde yo vivo todavía se pierden los niños, todavía tenemos miedo, pero como ya la violencia pasó a ser algo normal en el país, ya no se nos tiene tan en cuenta a los que vivimos acá en la tierra a la que llaman pueblo de nadie”, dijo con tristeza Jazmín.
La reparación a las víctimas es uno de los aspectos más controversiales y delicados del proceso de paz. Los duros sucesos que estas personas han enfrentado jamás podrán borrarse de sus mentes y corazones. Aunque el gobierno ha avanzado en la creación de mecanismos de reparación y reconocimiento, muchos de los afectados por la violencia armada consideran que la justicia aún está lejos de ser plena.
“En muchas regiones del país, las víctimas siguen esperando respuestas por los crímenes cometidos en su contra, mientras que los responsables de estas atrocidades, en muchos casos, siguen libres o han huido del país”, expresó.
Las cifras cuentan las historias de familias enteras que perdieron a sus seres queridos, comunidades que fueron desplazadas de sus hogares y generaciones enteras que crecieron bajo la sombra del conflicto. Este día, es una conmemoración de esas historias, de esas vidas truncadas. Le puede interesar: Presidente Petro respondió al ELN: “Los invité a la paz y les di la mano”

El camino hacia la paz en Colombia
En 2016, el gobierno de Juan Manuel Santos firmó el histórico acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC); no obstante, los retos persisten. La implementación de los acuerdos, la reintegración de excombatientes a la sociedad, la persistencia de grupos armados ilegales y la violencia social son temas que siguen afectando al país.
“Bueno, puede que ya no sea como antes, pero todavía el país no esta como debe estar”, puntualizó Jazmín.
El 9 de abril, sirve para recordar que la paz total aún es un ideal que muchos ansían y por el cual se debe seguir luchando.
Las voces de las víctimas del conflicto armado en Colombia
A lo largo del país, organizaciones de víctimas han jugado un papel crucial en la visualización de los afectados por el conflicto. Estas organizaciones no solo demandan justicia, sino también el reconocimiento de los derechos de las víctimas, el esclarecimiento de la verdad y garantías de no repetición.
En medio del dolor, la sociedad civil ha sido un actor fundamental en la construcción de memoria histórica. Organizaciones no gubernamentales, líderes comunitarios, artistas y académicos han trabajado durante años para visibilizar las víctimas del conflicto y para garantizar que la memoria colectiva no se desvanezca.
Es algo que no queremos recordar, pero se debe recordar porque si no lo recordamos va a seguir ocurriendo y nunca dejaremos de llorar a nuestros muertos”.
Jazmín García, víctima del conflicto armado.
Esta labor de construcción de memoria ha sido vital para los más jóvenes. Las nuevas generaciones no vivieron directamente las atrocidades de la guerra, pero hoy lloran a quienes sí lo hicieron. Lea: Yamil Arana señala que Ejército reforzó seguridad en el sur de Bolívar
Conflicto armado en Colombia: superar y avanzar
Aunque el camino hacia la paz total es incierto, lo que está claro es que la memoria, el reconocimiento y la justicia son pilares fundamentales para superar el pasado y avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa.
Ojalá no existiera este día, es decir, ojalá en el país no existiéramos víctimas a las que conmemorar. Ojalá en Colombia nadie hubiera que tenido que pasar por las cosas por las que pasamos los campesinos”.
Jazmín García, víctima del conflicto armado.
Las víctimas del conflicto armado quieren seguir siendo escuchadas, quieren garantías de no repetición y quieren que, en algún momento, Colombia deje de sumar víctimas a esta lista.