Cuando se habla del efecto bola de nieve, se alude a una metáfora que es capaz de definir cualquier acción o evento que comienza siendo pequeño, pero que poco a poco se hace más grande y significativo, y este es el caso que tiene en preocupados a los habitantes de Tapoa, un corregimiento: jurisdicción del Municipio de Pinillos (Bolivar).
Este fenómeno, que implica la erosión del suelo por agua corriente o por cambios abruptos en las condiciones geológicas, puede tener consecuencias a corto y largo plazo. La comunidad indica que la socavación del terreno los está poniendo en riesgo, y podría presentar múltiples riesgos que afectarían sus viviendas, por lo que piden a las autoridades locales comenzar a atender esta problemática. Lea también: Santa Lucía bajo amenaza: erosión fluvial pone en peligro vidas y viviendas
“Nuestros corregimiento se encuentra en las riveras del Río Magdalena; hoy hacemos un llamado a las autoridades locales, departamentales y nacionales para que atienda de manera urgente esta calamidad que se debe a la ola invernal, y en estos momentos nos tiene azotados”, señaló Rodolfo Rodríguez, líder del corregimiento.
Y anotó: “La Administración Municipal de Pinillos tiene conocimiento desde el mes de enero del año en curso sobre el problema de erosión que viene presentando el terraplén que protege a la población. Realmente es primera vez que se hace este tipo de denuncia, pues seguimos el conducto regular y fue comunicarle la Alcaldía de Pinillos la situación, quien estuvo en el sitio en febrero, pero creemos que hasta el momento han hecho caso omiso”.
Uno de los impactos más directos de la socavación es el daño a la infraestructura. Las bases de puentes, carreteras, y otras estructuras vitales pueden verse comprometidas cuando el suelo que las sostiene se erosiona.
“Somos una población dedicada a la agricultura y la pesca. Por estar al pendiente de un desbordamiento descuidamos las labores pecuarias, afectando así la economía de nuestros hogares. Nos ha dicho a través de fuentes extraoficiales que el Alcalde ya informó al Gobernador en el Puesto de Mando Unificado, pero no es posible que sea apenas a estas alturas, cuando el riesgo es inminente. La comunidad no duerme, y de momento son dos viviendas las que están aledañas al lugar, pero en general se vería afectada toda la población”, concluyó Rodríguez.
Un caso similar en Turbaco
El Talón es un barrio del municipio de Turbaco en el que está la vía La Línea, la cual conecta al pueblo con la urbanización de Bonanza. Esta larga avenida por años ha servido como ruta de acceso para los turbaqueros que por ahí se movilizan. No obstante, hay preocupación entre los habitantes, ya que si no se interviene a tiempo, esta parte de la calle podría irse abajo. Lea también: ¡Qué peligro! La vía de Turbaco que poco a poco se convierte en un abismo
“La calle la comenzaron a pavimentar y la obra quedó a medias, hasta donde tenemos entendido el proceso se frenó porque hay unas casas en alto riesgo. Desde las lluvias del año pasado los deslizamientos incrementaron, han tenido que quitar aproximadamente tres casas y ahora mismo hay cuatro a punto de colapsar, la tierra se está comiendo por debajo. La Alcaldía quedó en colocar un empedrado, lograron meter una máquina y el problema parecía resuelto, pero no sabemos qué pasó de un momento a otro”, contó un de los habitantes a El Universal en noviembre del año pasado. Este 2024 la nueva administración de comprometió con invertir en esta zona.