El ingeniero Carlos Cárdenas, presidente de ACIEM, capítulo Atlántico, alertó que es necesario que exista una coordinación por parte de los entes gubernamentales y privados para sacar adelante los proyectos que mitigarían los riesgos técnicos para evitar en un futuro cercano un deterioro en la prestación del servicio de energía en el Caribe.
Indicó que la Asociación Colombiana de Ingenieros, ACIEM, , como cuerpo consultivo del Gobierno Nacional, es preocupante el actual panorama de deterioro de las redes eléctricas para enfrentar la demanda en el Caribe y estima que se requieren, en promedio, entre cinco y siete años para alcanzar unas redes de distribución aceptables, lo que hace necesario concentrar los esfuerzos en soluciones y proyectos a corto plazo.
Sostuvo que esta situación afecta principalmente a los usuarios, quienes actualmente están asumiendo pérdidas técnicas que alcanzan un 170% por encima del promedio nacional y restricciones que alcanzan hasta un 20% más que la media del país. Asimismo, el incremento de tarifas, tanto por causas coyunturales como estructurales, ha llevado a aumentos exagerados de los precios de la energía entre el 25% y el 49%. Lea: Abren investigación a policías por perfilamiento a pareja de Nicolás Petro
Indicó que lo anterior se debe a la forma en que se fijó la tarifa de energía eléctrica con base en el Índice de Precios al Producto (IPP) y no en el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
“Si lo vemos desde las redes de distribución, si se mantiene el mínimo de la condición técnica, es decir, las personas están consumiendo más energía, el mismo transformador y el mismo cable, seguramente habrá riesgo técnico de fallas. Tenemos equipos en nuestro sistema de hace 40 años que en cualquier pueden fallar", precisó el ingeniero Carlos Cárdenas
Agregó que eso que está sucediendo “nos preocupa porque la tendencia es a que las redes se sigan deteriorando. Esa solución no va a hacerse a corto plazo, es una solución que podría dar en los próximos 5 o 6 años para llegar a unas redes aceptables. Estamos hablando de redes de distribución y subtramisión hasta 110 kilovoltios”.
No obstante, con este panorama se espera que el próximo año continúe en un ascenso inminente el comportamiento de la tarifa de energía, proyectando un 25% más que la tarifa actual, al cierre del 2024. “Esas pérdidas técnicas están afectando al usuario, que hoy por lo menos están en 180 pesos cuando la media a nivel nacional está muy por debajo, unos 70 pesos. Por lo tanto, está en el 170% por encima al precio promedio nacional de las pérdidas, entonces se pueden imaginar cómo nos está afectando”. Le puede interesar: Comenzó instalación de paneles solares en edificios públicos de Barranquilla
En cuanto al tema de restricciones, Cárdenas sostuvo que “somos la región que más estamos pagando. En comparación con el resto del país, estamos entre un 15% y 20%, por lo tanto, nuestra tarifa está oscilando entre un 25% en el precio global, al resto de Colombia. Pero si se mantienen las mismas condiciones técnicas, es decir las personas están consumiendo más energía, el mismo transformador, el mismo cable, seguramente que va a haber riesgo técnico de fallas. Tenemos equipos de hace 40 años y en cualquier momento un equipo de eso puede fallar en cualquier”.
Dijo que, sumado a lo anterior, se debe tener en cuenta la alerta por el fenómeno de El Niño, por lo que se hace necesario acelerar los proyectos de energía renovable y de generación distribuida para evitar un mayor impacto a los usuarios. “Este fenómeno se presentaría en marzo del próximo año, y siempre que se presenta hay riesgo de que haya escasez de energía, por eso es necesario meterles aceleración a los proyectos de energías renovables”
Entre las recomendaciones principales que ACIEM para fortalecer integralmente el mercado de energía eléctrica y aumentar su competitividad, es necesario articular institucionalmente a los ministerios de Minas y Energía, Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible y ministerio de Hacienda y Crédito Público, con el fin de tener un manejo integral y coherente frente a las medidas que se adoptarán a futuro por el aumento de precios de la energía eléctrica; y lograr una adecuada transición energética, con una nueva estructura que ayude a la competitividad y desarrollo del mercado energético y la economía del país en las próximas décadas.

Sostiene que se deben fijar un techo en el precio máximo para las ofertas del MWh en el Mercado de Energía Mayorista (MEM) para energía con costos operativos muy bajos como las energías renovables y las hidroeléctricas. También hacer una vigilancia especial al componente de las inversiones, las pérdidas técnicas y no técnicas, y su peso en la fórmula tarifaria para ajustar a futuro con el fin de reducir su impacto en la tarifa a los usuarios.
Por último, se debe fortalecer los mecanismos de vigilancia, control y sanción a las empresas hidráulicas que, teniendo los embalses llenos, desperdicien el agua. Establecer una especial vigilancia y control para evitar que las empresas generadoras sigan utilizando su poder de mercado, puesto que, al fijar límites de participación adecuados, se logrará un mayor equilibro del mercado y una mayor competencia entre agentes.