Los habitantes de Canutal y Canutalito recibieron atención integral por parte de las autoridades en cabeza de la Armada de Colombia, en conmemoración de los 23 años de la masacre ocurrida en dichos corregimientos del municipio de Ovejas.
La jornada inició con un sentido homenaje a las 20 personas que fallecieron en la masacre ocurrida el 16 de febrero del 2000, a manos de paramilitares contra habitantes de las veredas Pativaca, Bajo Grande, El Cielito, Palmarito y Puerto Príncipe.
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La brigada, que se realizó en articulación con autoridades locales y empresas privadas, benefició a más de 300 personas, entre niños, adultos y ancianos.
Luego de tres horas de recorrido y bajo las difíciles condiciones del terreno, los brigadistas llegaron hasta dichas poblaciones y la comunidad tuvo la oportunidad de acceder de manera gratuita a los servicios de medicina general, odontología, psicología, trabajo social, enfermería, pruebas de laboratorio y vacunación.
Así mismo, los niños disfrutaron de actividades lúdico-recreativas, y recibieron kits escolares y refrigerios.
La actividad efectuada en coordinación con la Gobernación de Sucre, la Alcaldía Municipal de Ovejas, la Comisaría Municipal de Familias, Sisbén, la Fiscalía General de la Nación Sucre, la Defensoría del Pueblo, la Policía de Infancia y Adolescencia, la Unidad para las Víctimas, con el aporte de la Fundación Frutos de Corazón, la Academia Sala de Belleza Sandra y SuperGiros, contó con la participación de la Banda de Músicos de la Base de Entrenamiento de Infantería de Marina de Coveñas, quienes realizaron un sentido homenaje a los 20 pobladores que fueron asesinados en la masacre perpetrada por el grupo al margen de la ley.
Durante la jornada, tropas del Gaula Militar Sucre recorrieron el sector rural para divulgar la campaña "Yo no pago, yo denuncio", dando a conocer las líneas de atención para los afectados por los delitos de extorsión y secuestro.
Cabe recordar que, dos días después de dicha masacre, los mismos hombres armados llegaron al corregimiento El Salado, jurisdicción del departamento de Bolívar, donde perpetraron otra las matanzas más crueles de la historia de Colombia.
