La primera parte de la audiencia ambiental que se adelanta en Montería para analizar lo que está ocurriendo en el relleno sanitario de la ciudad, originó un rifirrafe entre el alcalde Carlos Ordosgoitia y los representantes de la empresa encargada de la recolección de basuras, Urbaser.
Todo comenzó luego de la intervención del apoderado de Urbaser, Alan Niño, quien durante la audiencia insistió en que el relleno sanitario, dentro de su operación, está en óptimas condiciones y cumple con todas las normatividades técnicas y legales.
“Es mucho mejor que la que les exigen en el incumplimiento número 1 (...) Los invito a cuestionar esta situación técnicamente. El volumen de generación de lixiviados es de 0.8 litros por segundo en este relleno. La capacidad nominal de tratamiento de la planta es de 2.3 litros por segundo. Por lo tanto, simplemente haciendo una modulación matemática, la capacidad de tratar es 2.0 veces por encima del caudal generado”, aseguró.
Reiteró que no existe derramamiento de lixiviados, ya que dentro del relleno sanitario se cuenta con una planta de ósmosis inversa, con las condiciones técnicas suficientes para evitar cualquier daño ambiental en algún recurso natural asociado al proyecto.
Luego, la empresa hizo un comunicado en el cual indicó que el procurador ambiental, Gustavo Guerrero, y el subdirector de la CVS, Albeiro Arrieta, en sus intervenciones habían manifestado que la garantía del servicio y la salida de las aguas estancadas son de responsabilidad de la administración municipal.
Ante esa situación, el alcalde manifestó que el municipio es conocedor del deber constitucional y legal que le asiste de garantizar la prestación del servicio público de aseo y que han exigido al prestador la activación de los planes de contingencia, estableciendo diálogos con la comunidad y propiciando espacios de concertación.
“El abogado apoderado de Urbaser, Alan Niño, no puede venir a una audiencia pública de construcción con la comunidad a retar a todo el mundo y evadir la responsabilidad que tiene Urbaser de prestar el servicio cumpliendo cabalmente con las normas ambientales que regulan el servicio público de aseo, así como la evacuación de las aguas que están represadas en predios aledaños al relleno. Estas afirmaciones no corresponden a lo manifestado por los funcionarios en sus intervenciones ante los ciudadanos”, expresó el mandatario.
Por su parte, los habitantes de Loma Grande, sitio donde está ubicado el relleno, dijeron en la audiencia que los rebosamientos de las aguas son a causa de que la empresa deja abiertas unas mangueras por las que sacan cantidades de líquido.
En la oportunidad mostraron videos con los cuales querían refutar la afirmación hecha por Urbaser, en el sentido que el relleno sanitario era un parque ambiental y que ellos no son responsables de los rebosamientos.
Finalmente, la Corporación de los Valles del Sinú y del San Jorge, CVS, advirtió que hay estudios preliminares en los cuales se habría advertido la presencia de lixiviados y por ello piden una solución concertada al problema.