Después de esperar 173 años, los habitantes del municipio de Calamar, norte de Bolívar, tendrán su sistema de alcantarillado.
Así lo anunció el alcalde de esa población, Alejandro Arrázola Sagbini, quien aseguró que ya están aprobados los recursos para la construcción del sistema sanitario, que beneficiará a toda la cabecera municipal, con el apoyo de la Gobernación de Bolívar y el Ministerio de Vivienda.
Eva Monterrosa Cervantes, una líder del barrio Villa Lilia, de esa población, dijo que la noticia ha generado mucha expectativa, pues hay familias que tienen hasta 50 años de estar viviendo en esa zona y, durante todo ese tiempo, siempre han visto correr las aguas sucias por las calles.
“Aquí en la puerta de mi casa, por ejemplo, —contó— tengo un criadero de todo tipo de roedores e insectos, porque se encuentran las aguas que salen de muchas construcciones. Esperamos que las obras se inicien pronto, para que Calamar tenga otro aspecto”.
Así mismo, Alba Yepes Pérez, una trabajadora cívica de la urbanización Villa Alicia, aseguró que “hay muchos sectores en los que es imposible transitar, debido a los olores putrefactos y a que el agua sucia se queda estancada; y no se le puede reclamar a los vecinos, porque nadie tiene dónde depositarlas. Si es verdad que instalarán el alcantarillado, significa que llegará mucha inversión y oportunidades de trabajo”.
Debe recordarse que no pocas ocasiones, la dirigencia comunal de Calamar ha organizado plantones y marchas, para reclamar a la administración municipal la puesta en marcha del alcantarillado, pues se considera que ese centro poblado está creciendo de una manera vertiginosa, por causa de la afluencia de viajeros por el río Magdalena y por las carreteras.
Al mismo tiempo, esos manifestantes han expuesto que el pueblo es uno de los pocos de la región que conservan una arquitectura histórica que merece valorizarse, pero en lugar de eso las aguas servidas corren por los andenes y por canales que carecen la mayoría de tapas de concreto, exponiendo todos los desechos y los hedores que producen tanto las edificaciones familiares, como las comerciales y las estatales.
Al respecto, Arrázola Sagbini explicó que la inversión es de $22.645 millones, de los que el Ministerio de Vivienda aportará $13.479 millones, que corresponden a un 60%; mientras que $9.166 millones los dará la Gobernación de Bolívar, lo que corresponde al 40%.
Así mismo anunció que, de acuerdo con la planificación, las obras se iniciarían en noviembre de este año, lo que al final beneficiará a 16.000 habitantes, entre esos los propietarios de las viviendas republicanas, que podrían transformarse en un potencial turístico, para el interés cultural del municipio.
Recalcó que, por el momento, el alcantarillado es solo para la cabecera municipal, pero para los corregimientos también se espera adelantar algunas obras, como en Barranca Nueva y Barranca Vieja, donde se generarán espacios deportivos, como la construcción de tres escenarios.
Calamar también contará con una cancha deportiva del programa “Sacúdete al Parque”, del Ministerio del Interior, sostuvo el burgomaestre, quien aprovechó para informar que, en cuanto a infraestructura educativa, se dará la transformación de la Institución Educativa Francisco de Paula Santander, sede principal, con una inversión de, aproximadamente, $390 millones.
De igual forma, se rehabilitaron la Casa del Adulto Mayor, la Casa de la Cultura, el polideportivo del centro del municipio, se mejoró la plaza de mercado municipal y se construirán los centros de salud de los corregimientos de Barranca Nueva, El Yucal y Hato Viejo, para que los pacientes no tengan que desplazarse hasta la ESE Hospital Local.
El alcalde Arrázola Sagbini aclaró que estas obras ya se venían planeando desde tiempo atrás, pero el proceso se ralentizó debido a la declaratoria de pandemia y las limitaciones que la misma trajo para el sector público.
