Los integrantes de la veeduría “Arjona, tierra mía”, del municipio de Arjona, norte de Bolívar, denunciaron un presunto detrimento económico en la construcción de la laguna de oxidación para el proyecto de alcantarillado.
De acuerdo con la denuncia, la Alcaldía de Arjona estaría incurriendo en un detrimento de, aproximadamente, $2.700 millones.
La mencionada laguna está localizada en un campo abierto del sector El Oste, zona popular de Arjona, a un lado de la carretera Troncal de Occidente.
Édgar Pereira Sánchez, uno de los voceros de la veeduría, dijo que la obra constituye la primera etapa de lo que será el alcantarillado de Arjona, la cual fue entregada hace un año y seis meses, al final del mandato de la entonces alcaldesa de ese municipio Esther María Jalilie.
Según Pereira Sánchez, desde que la obra fue entregada al actual alcalde de Arjona, Isaías Simancas Castro, nunca más se le hizo seguimiento ni vigilancia, “lo que trajo como consecuencia que la gente, al ver el sitio solo, se empezó a robar las geomembranas protectoras de la laguna, lo cual contribuye a que se erosionen los jarillones. Ahora mismo, lo que hay son unas pozas de agua represada sin ninguna utilidad”, manifestó Pereira.
Pereira dijo que desde la Troncal de Occidente hasta el sitio donde están las lagunas de oxidación hay manjoles y tuberías que deben desembocar en dichas pozas, “pero había unas compuertas para controlar el fluido de los manjoles y también se las robaron. Es decir, eso nunca se ha usado como se tenía pensado, pues las pozas no tienen aguas residuales sino aguas lluvias”.
El veedor informó que, después de la construcción de las lagunas, se debería poner en marcha la segunda etapa del proyecto, “pero no imaginamos cómo, porque las pozas nunca han prestado ningún servicio; no se sabe si funcionan bien o no”.
El alcalde de Arjona, Isaías Simancas Castro, informó que, en efecto, en el sitio hubo algunos robos, por lo cual su despacho contrató vigilancia.
“Dentro de poco --prosiguió-- terminaremos esa primera etapa que nos entregó la administración pasada, para enseguida darle paso a la segunda etapa, puesto que la idea es que logremos instalar todo el alcantarillado durante los tres años que le restan a nuestro periodo”.
Sostuvo que la obra cuenta con el apoyo de una cooperación internacional, “además de que estamos esperando la instalación de una mesa técnica en Bogotá con el Ministerio de Vivienda. Eso lo hemos comunicado a la veeduría”.