Una procesión que llevaba cerca de 200 feligreses tuvo que ser intervenida por la Policía en el corregimiento de San Sebastián, perteneciente al municipio de Lorica, en el departamento de Córdoba.
La mayoría de los asistentes llevaba tapabocas, pero no guardaban el distanciamiento social requerido para evitar la propagación del coronavirus, situación que prendió las alarmas de las autoridades.
En San Sebastián se hace tradicionalmente una procesión en honor a su santo patrono en la que cientos de personas recorren las calles de la localidad, para mostrar la fe y para agradecer los milagros recibidos.
La situación fue denunciada por el alcalde de la localidad, Jorge Negrete, quien decretó el toque de queda y la ley seca durante una semana, con el fin de frenar el incremento del COVID-19 que ha causado una alta ocupación de las camas de Unidad de Cuidados Intensivos.
Recordó que ese corregimiento fue el de mayor contagio en el primer pico de la pandemia en el año 2020 y por ello pidió a la comunidad que cumpla con las normas de bioseguridad para evitar que aumenten los contagios y colapse el sistema de salud.
Insistió en que las medidas buscan evitar fiestas y aglomeraciones en diferentes sectores del municipio, donde se están realizando fiestas como en el populoso barrio Kennedy, donde cada año celebran su aniversario con actividades que generan multitudes.