Los habitantes del corregimiento de Zipacoa, jurisdicción del municipio de Villanueva, norte de Bolívar, dicen estar inquietos por la no terminación de un puente, que se está necesitando debido a la actual ola invernal.
Diana Matta Beltrán, la representante legal de Víctimas del Desplazamiento, contó que el puente hace parte de la reparación de la vía de acceso al pueblo, de manera que su detención implica que la comunidad está incomunicada con la carretera de La Cordialidad, que conduce hacia los pueblos vecinos y a Cartagena.
La gestora social agregó que el corregimiento queda aún más incomunicado cuando se precipita un aguacero, ya que el arroyo Zipacoa se crece con fuertes corrientes, por lo que temen que una madrugada de estas se presente la necesidad de trasladar a un enfermo y no halla cómo conducirlo a un centro médico de mayor complejidad.
Algunos lugareños han contado que, para poder superar el arroyo, necesitan poner una escalera de madera en en extremo de la estructura que da para el pueblo; y, posteriormente, cargarla y ponerla en el extremo que da hacia las afueras, tramo de agua que es más fácil de cruzar.
Según Matta Beltrán, la obra se inició hace más de un año, pero presuntamente fue suspendida cuando comenzó la ola de invernal, que arrastra corrientes de varios arroyos de Villanueva.
“Cuando comenzaron --aseguró la líder-- los constructores nos dijeron que esos trabajos solo durarían ocho meses, pero de pronto suspendieron sin dar explicación alguna. Hemos pedido la ayuda de la Alcaldía y de la Gobernación, pero nadie se ha hecho cargo”.
Sostuvo que la parálisis de la construcción también ha incrementado la inseguridad, “porque algunos residentes regresamos al pueblo en las horas de la noche, y eso lo aprovechan los ladrones”.
El Universal intentó dialogar con el alcalde de Villanueva, pero este no respondió su teléfono celular.