Los habitantes del barrio El Country I, en el municipio de Turbaco, pidieron a las autoridades correspondientes el mantenimiento urgente de una planta de tratamiento que está en esa zona, generando la contaminación del caño Matute.
Como se sabe, dicho cuerpo de agua nace en los sitios altos de Turbaco y desemboca en Cartagena, en la ciénaga de La Virgen, después de atravesar varios sectores de las zonas sur occidental y sur oriental.
Un grupo de vecinos, quienes pidieron las reservas de sus nombres, relataron que el problema con las aguas servidas tiene más de veinte años, la cifra más o menos exacta de cuando se terminaron de construir las urbanizaciones El Country I, II y III.
“Una vez terminadas las viviendas –contaron--, los constructores no hicieron una planta de tratamiento propiamente dicha, sino una poza séptica que no demoró en llenarse y generó un lago de aguas putrefactas, que, por supuesto, daba todas las molestias que puede sufrir una vecindad con material de ese tipo”.
Añadieron que la administración municipal anterior, con el apoyo de una firma privada, construyó una planta de tratamiento en unos terrenos de la Universidad de Cartagena, que habían sido cedidos al municipio.
“La planta tuvo un valor de unos 1.200 millones de pesos, aproximadamente; y, en cuanto empezó a funcionar, solucionó el problema de las tres urbanizaciones y los sectores aledaños. Pero cuando terminó la administración municipal, dejaron de hacerle mantenimiento, tanto en la parte mecánica como en lo relacionado con suministros químicos”, recordaron los quejosos.
El presunto abandono de esa estructura trajo como consecuencia que las aguas se estén saliendo de la planta, tal como sale de las tuberías sanitarias, “lo que ha generado una poza que, al momento en que arrecien las lluvias, se desbordarán hacia el arroyo Matute, se contaminará todo el sector y se irán para la ciénaga de La Virgen”.
Los residentes aseguraron haber organizado una reunión con Cardique, con la Procuraduría Ambiental, con el EPA Cartagena y con la Alcaldía de Turbaco, la cual se comprometió a ejecutar un plan de choque para nuevamente poner la planta en funcionamiento con su respectivo mantenimiento, pero nada de eso se ha hecho.
“Esa emisión de aguas servidas no solo es una molestia para las urbanizaciones y demás sectores, sino que también está poniendo en riesgo todo el ecosistema que rodea al arroyo de Matute”, advirtieron los residentes.
Un vocero de la Alcaldía de Turbaco ratificó que, en días pasados, se organizó una reunión con Cardique, Acualco, la Umata, la Secretaría de Planeación, la Secretaría de Infraestructura, la Procuraduría Ambiental, el alcalde Guillermo Torres; y Álvaro Ochoa, el constructor de la planta.
“En esa reunión –agregó—se determinó que el operador oficial de la planta sería la empresa Acualco, pero esta no la ha recibido, porque existen unos pendientes técnicos. Por el momento, el señor Álvaro Ochoa es quien maneja las plantas y les hace los arreglos, para evitar los vertimientos de aguas residuales”.
Álvaro Ochoa Suárez, director administrativo de la empresa Asomor, dijo que en estos momentos la planta está empalmando con la Alcaldía, que está haciendo diligencias en pos de la firma que la operará transitoriamente, mientras Acualco finiquita el proceso de recibido.
Explicó que los pendientes técnicos a los cuales se refiere la Alcaldía tienen que ver con el cerramiento de la obra y con la petición de unos medidores adicionales, que no estaban en la contratación.