Un proyecto que busca generar espacios de diálogo y reconciliación entre personas que pertenecieron a grupos armados al margen de la ley y habitantes de las comunidades que los acogen, fue implementado en el municipio de Tierralta, alto Sinú cordobés, por la Agencia para la Reincorporación y Normalización en coordinanción con la Organización Internacional para las Migraciones.
Se trata de la formación de 20 gestores ambientales y la conformación de una asociación entre vecinos para el cuidado del medioambiente y el mejoramiento de la convivencia en el municipio, en el marco del Modelo de Reintegración Comunitaria.
El mismo se inició desde el mes de junio de 2018, cuando ambas entidades lideraron la implementación del modelo en departamentos de Colombia, entre ellos Córdoba donde fue escogido el municipio de Tierralta, que es el que registra mayor índice de desmovilizados.
Mujeres, hombres, jóvenes, adultos, personas con discapacidad, personas en proceso de reintegración y víctimas del conflicto participaron en el proyecto denominado ‘Gestión ambiental para la convivencia’, el cual generó lazos de confianza, aportó al reconocimiento de la importancia del trabajo en equipo para el progreso de la comunidad y dejó como resultado la conformación de la Asociación de Gestores Ambientales Comunitarios de Tierralta (ASGACT).
De acuerdo con lo señalado por los gestores del proyecto, los 20 gestores ambientales comunitarios aportaron a la protección del medio ambiente y a partir de este proceso implementaron acciones como la adecuada disposición de residuos y su aprovechamiento, un mejor manejo de basuras,
Dentro de los objetivos se plantea adelantar campañas pedagógicas y de sensibilización ambiental y la promoción de espacios comunitarios entre los vecinos del barrio 9 de Agosto, dando como resultado el mejoramiento de la calidad de vida de las personas.
“A través de este MRC se empezaron a tejer lazos de confianza y se contribuyó a mejorar la convivencia en el territorio. Estoy segura que este proyecto no solo va a beneficiar a la asociación ASGACT, sino a la comunidad en general. Nuestros 20 gestores comunitarios están preparados para ser agentes de cambio y sensibilizar a las personas con temas que promuevan convivencia gracias al fomento de las relaciones humanas y el respeto por el medioambiente”, expresó Adriana Noreña Daza, coordinadora de la Agencia para la Reintegración en Córdoba.
Señaló la funcionaria que además del proyecto comunitario con énfasis ambiental, ciudadano, comunicativo y asociativo, este espacio permitió el desarrollo de un emprendimiento productivo con la creación de una huerta agroecológica y la creación de un programa radial y comunicativo denominado ‘Una voz para la convivencia’, el cual fue emitido en la emisora comunitaria y aportó a la construcción de relaciones basadas en la confianza y el respeto entre los excombatientes y los habitantes del municipio.