Dos hombres armados ingresaron a la residencia de la comerciante Amelia Almanza, ubicada en el barrio VIlla Margarita, un populoso sector de Montería, y se llevaron la suma de 37 millones de pesos, producto de las ventas de sus negocios de comidas rápidas.
Los ladrones hicieron un hueco en el techo y cayeron dentro de la sala. Una vez al interior de la residencia apuntaron a sus moradores con una pistola y tomaron como rehén a un bebé recién nacido, nieto de la dueña de la casa, advirtiendo que si no les buscaban el dinero, le dispararían.
El hecho se produjo a las dos de la madrugada y los atracadores permanecieron cerca de dos horas dentro de la casa, tiempo en el cual rebuscaron cada una de las habitaciones hasta encontrar el dinero que allí guardaban, las joyas y otros elementos de valor.
Almanza instauró la denuncia formal ante las autoridades y pidió que se adelanten las investigaciones correspondientes con el fin de establecer la identidad de los atracadores, quienes seguramente conocían que la comerciante guardaba plata en ese lugar, pues llegaron preguntando exactamente dónde estaba la plata.