El Comité Intergremial del Atlántico considera que la imposición de aranceles al acero y al aluminio por parte del gobierno de los Estados Unidos desestimula la inversión nacional y extranjera de ese sector manufacturero en el país y, en especial, en la región Caribe, por la natural vocación exportadora de las empresas que se ubican en esta área de Colombia.
“La súbita imposición de aranceles del 25 % al acero y 10 % al aluminio constituye un incumplimiento del Tratado de Libre Comercio vigente entre las dos naciones, lleva a los productores en los departamentos de Atlántico y Bolívar a perder uno de sus mercados de exportación más dinámicos en años recientes y genera incertidumbre en los demás sectores negociados en dicho acuerdo”, señaló el presidente, Ricardo Palta Cepeda.
“Entendemos la prioritaria gestión del Gobierno orientada a negociar la exención de Colombia del cobro de dichos aranceles en procura de una señal positiva a los empresarios que se han instalado en nuestro territorio buscando aprovechar las facilidades de acceso que les ofrece el TLC y la conveniencia logística de las ciudades puerto del Caribe, que las hace competitivas con otros países exportadores del continente, que, cabe resaltar, ya han sido exceptuados de la medida, como México, Argentina y Brasil”.
Y anotó que “si dicha aproximación no prospera al llegar la fecha límite del próximo primero de junio, se debe considerar recurrir al mecanismo de resolución de controversias, lo cual no significa “demandar el acuerdo”, sino, por el contrario, actuar dentro de lo previsto en el mismo”.
Manifestó que el cambio en las reglas de juego generado por la decisión de Estados Unidos, limita el potencial de desarrollo del sector metalmecánico regional que concentró en los últimos años un porcentaje importante de las inversiones totales en el departamento del Atlántico y generó más de cientos de nuevos empleos formales en el territorio. Buena parte de tales inversiones se han destinado a la instalación de empresas y a la ampliación de otras dedicadas a la producción y comercialización de acero y sus manufacturas tales como galvanizados, tubos, entrepisos, perfiles, estructuras metálicas, tuberías, cubiertas, trefilados y fachadas.
“Las cifras más recientes indican que el 28 % de las ventas al exterior de aluminio y sus manufacturas originadas en Atlántico en 2017 tuvo como destino Estados Unidos. Además, el 90 % de las exportaciones de productos planos en acero hacia ese destino se originan en este departamento. Ello muestra la dinámica de este sector y la importancia que para sus empresas tiene el mercado de Estados Unidos”, apuntó.
Sostuvo que el daño para los industriales nacionales es mayor, porque al limitarse el acceso al mercado de Estados Unidos los grandes productores buscan otros, generando mayor competencia, incluso por el mercado local, y la consecuente caída en los precios. Además, las retaliaciones anunciadas por China y la Unión Europea aumentan la incertidumbre en la economía globalizada actual.
“Una vez resuelto el impase, las autoridades nacionales, conjuntamente con el sector privado, deben retomar la promoción de la exportación de productos con valor agregado que usan como materia prima acero y aluminio, y la incorporación de las empresas colombianas en otras cadenas de valor que gozan de beneficios derivados del TLC con Estados Unidos”, termina diciendo Ricardo Plata Cepeda.
