Con el paso de las horas se revelan nuevos detalles de la forma como operaba el nuevo cartel del Sida en Córdoba. Según el gerente interventor de la Caja de Compensación Familiar de Córdoba, Comfacor, Néstor Murcia Bello, a los pacientes les entregaban plata y mercado para que no denunciaran las irregularidades.
Dijo que la entidad maneja una población cercana a los 1.500 pacientes con Sida y que una vez revisado el listado, encontraron que varios de ellos estaban muertos, en otros casos el número de cédula no correspondía al registrado en las historias, eran personas que vivían en otra ciudad o en su defecto eran pacientes a los que les habían falsificado sus historias clínicas y no padecían la enfermedad.
Explicó que la investigación se inició, luego de la queja de algunos pacientes por la mala prestación del servicio y ellos mismos señalaron que los prestadores del mismo estaban comprando el silencio de los enfermos, a los que no les entregaban oportunamente los medicamentos antiretrovirales.
Tampoco les hacían los exámenes de laboratorio, ni les brindaban la atención psicosocial que requieren los pacientes con esta enfermedad, pero facturaban el servicio como si lo hubieran prestado, indicaron los directivos de Comfacor.
Por su parte, el viceprocurador general de la nación, Juan Carlos Cortés González, dijo que están contrastando las bases de datos de la Secretaría de Salud de Córdoba con las informaciones que han encontrado en sus inspecciones y que en un término de 15 días podrán tener resultados preliminares de las mismas.
Dijo además que en las visitas que han hecho a la Caja de Compensación Familiar de Córdoba han evidenciado que hay más de un centenar de casos en los que estaban pagando por pacientes fallecidos o inexistentes y otros cuyos números de identificación no corresponden.
A su turno, el veedor Darío Díaz, dijo que el desfalco por concepto del cartel del Sida en Córdoba podría ascender a los 200 mil millones de pesos.
