En el barrio Edmundo López de Montería todo está preparado para recibir los restos mortales del policía John Jairo Pico Vellojín, asesinado en la mañana del martes en Chigorodó, zona del Urabá antioqueño.
Los hechos se registraron en un sitio conocido como el Terminalcito, en un puente ubicado justo a la salida hacia el municipio de Carepa, justo cuando el uniformado se disponía a despedirse de su esposa con el fin de irse a la estación en la cual estaba asignado. Testigos señalan que dos hombres, a bordo de una motocicleta, le dispararon por la espalda.
Sus amigos de infancia y sus familiares destacan que era un hombre muy comprometido con la institución. Se convirtió en un policía ejemplar con 9 menciones honoríficas y 40 felicitaciones en su hoja de vida.
Se había desempeñado como comandante de la Subestación de Policía de Pueblo Bello, laboró en la Estación de Policía Chigorodó y actualmente ocupaba el cargo de gestor de Departamentos y Municipios Seguros. Era el responsable de las compras y convenios.
Tenía 48 años de edad y había egresado de la Escuela de Carabineros Rafael Nuñez, en Corozal, Sucre, y en 2011 había ascendido a su rango de Intendente.
EStaba casado y tenía cuatro hijos que hoy piden explicaciones a las autoridades sobre lo ocurrido, pues hasta el momento no hay una versión en torno a los posibles autores y según la Policía el crimen pudo haberlo cometido el Clan del Golfo.
Los familiares indicaron que aún no saben si el féretro será trasladado a Montería para darle cristiana sepultura, pero ya están organizando todo para el último adiós en el barrio que lo vio crecer y donde compartió sus sueños de ser policía.
