La Contraloría de Córdoba ordenó una auditoría especial con el fin de verificar las presuntas irregularidades que se hubieran podido presentar en la realización de un contrato por valor de 65 millones de pesos para rescatar las tradiciones culturales en el municipio de San Antero.
De acuerdo con lo señalado por el titular del órgano de control, Emilio Otero Dajud, una comisión especial viajó a la localidad con el fin de estudiar el documento oficial y verificar si realmente se cumplió con el objeto del mismo.
Dijo que en un término de seis meses habrá un pronunciamiento oficial sobre ese hecho, luego de analizar el objeto del contrato y verificar en todos los lugares contemplados para la ejecución del mismo, si efectivamente se hizo o no.
El contrato al que hace referencia el contralor se debió ejecutar en seis zonas del área urbana donde hay mayor afluencia de niños y en cuatro corregimientos del municipio de San Antero y el objeto del mismo era "Aunar esfuerzos para ejecutar el proyeto Recreando Ando por San Antero, con el fin de rescatar los juegos tradicionales en los niños y niñas del municipio".
El valor tasado para ejecutar la actividad fue de 65 millones 582 mil pesos y se hizo a través de un convenio entre la Alcaldía de San Antero y la Fundación Integral Nueva Vida, Finuvid, cuya representante legal es Eucaris María Toro Murillo.
El tiempo de ejecución del polémico contrato fue de dos meses y el mismo incluía jornadas lúdico recreativas que consistían en un carrusel recreativo de estaciones de juegos tradicionales, marcadas y apoyadas con un auxiliar de recreación, con juegos de bolitas de uña, trompo, carreras a caballo, carreras de saco, hula-hula, yo-yo, la peregrina, rompecabezas, velillo y cometas.
Alcalde defiende proyecto
El alcalde del municipio de San Antero, Dennis Chica Fuentes, indicó que tiene todos los documentos que requieran lor organismos de control para demostrar que no hubo irregularidades en la ejecución del contrato.
Explicó que los 65 millones incluían diversas dinámicas infantiles dirigidas por un profesional en recreación y que al finalizar cada actividad se proyectaba una película infantil donde una sicóloga explicaba el mensaje social de la misma. También dijo que en ese capítulo de Cine al parque a los niños les ofrecían gaseosa y crispetas.
Finalmente, sostuvo que con ese proyecto se beneficiaron 3.430 niños y que siempre estuvieron bajo la orientación de un recreacionista, una trabajadora social, una sicóloga, instructores de aeróbicos y diez auxiliares.
