Detrás de cada ganador y ganadora, siempre existe alguien clave que ayudó en su formación y motivación para que los grandes logros empiecen aparecer.
En el caso de Yulitza Sarmiento, la niña barranquillera de tan sólo 11 años de edad y quien logró el título de la primera MasterChef Junior Colombia, es Aurora, su abuela, quien es cocinera de profesión y quien desde muy pequeña le inculcó a Yulitza el amor y la pasión por el arte culinario tradicional, en especial de la región Caribe.
“Siempre me enseñó con mucho cariño y desde chiquita la he acompañado en la cocina y por eso este triunfo también es de ella y de toda mi familia”. Fueron las primeras palabras de Yulitza al lograr el título, sin poder contener las lágrimas de emoción, las mismas que la acompañaron en varios de los retos que asumió en competencia.
El apoyo de su familia para soportar una competencia que duró varios meses, haciendo parte de un grupo de 18 niños entre los 8 y 13 años, con quienes compartió más alegrías que tristezas y viajes por distintas partes del país.
Para Yulitza, “fue maravilloso porque compartimos mucho tiempo con niños que ahora son mis amigos y que venían de distintas partes del país, por lo que pude aprender de los platos de sus regiones, pero también mucho de sus técnicas”.
Desde que vio la edición para adultos de MasterChef, soñó con participar y para ello se preparó, pues ya sabía que en distintas partes del mundo se había realizado con éxito la edición para niños de este programa.
En casa siempre hay una regla, primero los deberes escolares, cursa grado séptimo, pero eso no es problema pues ella tiene tanto gusto por el estudio como la cocina.
Le encanta la cocina de su tierra, la costeña, y su plato favorito es el arroz encebollado, posta negra y ensalada mixta, aunque afirma que le gusta cocinar de todo.
“Llegué y me destaqué en un principio en el concurso con la comida costeña, pero no quería que me encasillaran y les quería demostrar que podía cocinar de todo. Aprendí mucho dentro del concurso y eso es una gran ganancia, en especial darme cuenta que podía hacer cosas que no sabía que podía hacer.
EN LA FINAL
Vivió, sufrió y disfrutó la final que disputó con María José Roldán, “Somos amigas y de tanto cocinar nos conocíamos bien las fortalezas y debilidades a la hora de preparar un plato, pero en la cocina lo más importante es que lo dejes todo para que tu plato se defienda solo”.
No fue fácil para Yulitza el camino hacia la final. En varias ocasiones estuvo en riesgo de salir de la competencia, pero en la semifinal, logró un puntaje tan alto que no necesitó presentar la última de las pruebas.
La final se dividió en tres etapas: Una entrada en una hora, donde Yulitza preparó crema caprese, con vegetales rostizados y unos bocconcini (pequeñas bolas de queso) apanados. La seguda parte el plato fuerte en una hora, donde Yulitza decidió apostarle a su cocina típica de la Costa Caribe, preparando un róbalo con una costra de vegetales, patacones, ensalada cítrica de cebolla roja y cilantro.
Hasta ese momento todo parecía muy parejo, hasta que llegó la tercera etapa, el postre, para lo cual tenían 45 minutos, y un área en el cual María José, su rival, siempre fue una de las más fuertes.
De nuevo, la barranquillera le apostó al sazón de s región, con un enyucado (postre tradicional del Caribe), que no tuvo crítica negativa alguna por parte del jurado y Claudia Bahamón fue la encargada de dar el nombre de la ganadora.
“Siempre soñé con ganarme este premio, pero ahora que lo estoy viviendo me parece un sueño. Le dedico este triunfo a mi familia, porque siempre me han apoyado”, aseguró Yulitza, quien sueña con tener propio restaurante, y al paso que va, está más cerca de hacerlo realidad de lo que parece.
Al ser la primera ganadora de la versión colombiana de este reality, Yulitza recibió el título y trofeo como la primera MasterChef Junior y una póliza educativa que garantiza su educación por cien millones de pesos.
