Los acordeoneros Richard Cogollo de Lorica y Mario Andrés Bula de Sahagún se alzaron con los honores en las categorías aficionada e infantil en el marco de la versión XXVI del Festival de acordeoneros y compositores princesa Barají de Sahagún.
El segundo lugar, en la categoría aficionado, fue para Mario Bravo de Sahagún y la terecera plaza para Jairo Gasel del Difícil (Magdalena).
En la categoría infatil, el segundo lugar correspondió al representante de Planeta Rica, Julio César Vitola y el tercer lugar a la niña de Cartagena, María Alejandra Villar Tuñón.
El jurado lo integraron Fredy Peralta, Ramiro Bracho, Jorge Hoyos, Beto Rada y Rafael Ricardo.
En el marco del certamen también se llevó a cabo el conversatorio sobre la influencia del acordeón y el porro en nuestra región, el cual tuvo como panelistas a los investigadores, gestores culturales y artistas Adolfo Pacheco, Julio Herazo, Carlos Melo, Jaime Pérez Parody, Olimpo Beltrán y Rafael Ricardo.
En el desarrollo del mismo se destacó la importancia que ha tenido para el acervo cultural costeño, en especial la música, instrumentos como el acordeón y ritmos como el porro.
Los panelistas coincidieron en afirmar que el porro, como aíre sabanero es una de las expresiones del país que habla por sí sola y que sus orígenes se remontan a la diversidad musical, propia de las sabanas y que por ser un ritmo pegajoso, los intérpretres del acordeón lo incorporaron a su repertorio, muy a pesar de que sus orígenes se remontan a la época precolombina, enriquecida su cadencia por aportes africanos y europeos.
Uno de los asistentes al conversatorio fue el maestro Juancho Nieves quien hizo aportes importantes que dilucidaron lo referente a los compases, como elementos característicos del porro.
Los panelistas coincidieron en afirmar que el porro, como aíre sabanero es una de las expresiones del país que habla por sí sola y que sus orígenes se remontan a la diversidad musical, propia de las sabanas.

