Dicen que la fe mueve montañas y en el municipio de Cereté hay una mujer que puede dar testimonio de ello.
Una mujer de Cereté, asegura que mediante oración expulsó un enorme tumor que tenía alojado en su cuerpo.
Se trata de Martha Hernández Moreno, quien reside en el barrio La Esperanza, a escasos metros de la terminal de transporte de la municipalidad.
Hernández Moreno, casada y con cuatro hijos, explicó durante muchos meses tuvo que soportar el cuerpo extraño (tumor) en su útero, y los consabidos quebrantos de salud que este le producía.
Según familiares y amigos Martha, es considerada una dama de la fe y por tal motivo se apegó a Dios y quiso visitar médicos.
Aseguran algunos habitantes de la Esperanza que siempre confió en Dios y decía: “Él me sana, y tiene poder para hacerlo”.
Por largos días utilizó, oración, vigilias, ayunos, hasta que una madrugada sintió, desde adentro de su organismo, se desprendía algo y posteriormente expulsó el tumor e inmediatamente el mal desapareció y asimismo las hemorragias.
“Es un milagro extraordinario que Dios hizo en mi vida. Completé dos años sufriendo con esa enfermedad. Con dolores muy fuertes acompañados de hemorragias, en ocasiones no cesaban, venía orando y tenía la certeza de su ayuda”, indicó sorprendida Martha Hernández Moreno.
La beneficiada con el milagro divino aclaró que si cree en la ciencia médica y que las personas deben asistir ante los doctores, pues con la sabiduría que El Señor, les dio pueden sanar al hombre.
El hecho impactó a cientos de habitantes de la capital del oro blanco hasta el punto que una verdadera romería ha pasado por la casa de la mujer pues los curiosos quieren observar el milagro.
“Mi caso repito fue un milagro, no hubo necesidad de intervención quirúrgica, ni de bisturí. Los médicos locales y departamentales conocedores del caso no tienen explicación científica. Solo sé Dios me sanó”, concluyó Martha Hernández.
Sus familiares insistían en que ella debía someterse al proceso quirúrgico porque justamente Dios daba la sabiduría a los médicos para salvar a la humanidad pero ella tenía tal grado de fe que consideraba que no era necesario.
Hoy da el testimonio y señala que su compromiso con Dios es aún mayor.
