Fiel a su voluntad. Así se cumplió la sentida despedida del maestro Pablito Flórez Camargo, el juglar de Ciénaga de Oro, que ayer fue sepultado mientras los centenares de asistentes entonaban sus emblemáticas canciones, ‘Los sabores del porro’, ‘La Aventurera’, y ‘Roberto Ruiz’. A este coro se unieron los equipos de sonidos y las bandas que acompañaron el cortejo fúnebre. Por todas las calles de su natal Ciénaga de Oro se escucharon sus composiciones.
Al lado del féretro que cargaba su insigne sombrero vueltiao y su inseparable guitarra, varias comparsas bailaron para hacer de su sepelio un fandango con ron; porque también cumplieron el deseo de ponerle una caja de ron cuando se cumpliera su partida.
“Esto era lo que mi padre quería, que el día de su entierro la gente gozara, estamos haciendo su voluntad pero estamos muy tristes por su partida”, dijo Marco Antonio Flórez, hijo del juglar fallecido la noche del miércoles a los 85 años en una clínica de Montería, tras una semana de convalecencia.
Desde las siete de la mañana, gestores culturales, músicos, amigos y admiradores se agolparon en su casa del barrio El Milagro. Desde allí partió la innumerable caravana hasta el cementerio del sector Los Alpes, donde al momento de ser introducido a su tumba, los cantos se volvieron llantos contagiosos.
Mientras la Banda 19 de Marzo de Laguneta interpretaba ‘Los sabores del porro’, su director, Emiro Naranjo, encerró en una frase la procesión que llevaba no obstante complacer a su entrañable amigo: “Este es el sabor más amargo del porro el que produce la partida de nuestro querido juglar”, expresó el músico.
Juntos en el cielo
El de ayer también fue otro deseo que Pablito Flórez quería cumplir. Desde el fallecimiento de su amada Marcelina Causil el pasado 12 de octubre, el maestro entró en una profunda depresión sentimental.
Según su hijo, Dayron Flórez, el compositor cambió sus hábitos, ya no tocaba, poco hablaba y se mantenía encerrado en la habitación que compartió con su mujer por más de sesenta años y con la que tuvo ocho hijos. “Él me decía que mi mamá le tocaba y que se quería ir con ella”, aseguró mientras veía cargar el féretro que llevaba los restos de su padre.
Con la partida de Pablito Flórez queda un inmenso legado musical que varios artistas y agrupaciones nacionales han recogido en sus producciones discográficas. Los reconocimientos y aprecio por su obra son innumerables. Como innumerable el amor que hacia él profesaron hasta su última morada.
