Pablito Flórez no quería que le guardaran luto. Siempre visionó su entierro con una banda detrás del féretro.
Seguramente querría que esa banda fuera interpretando temas como Tres clarinetes que lo hicieron inmortal en el Festival Nacional del Porro.
Tampoco quería tristezas y en vez de coronas sobre el ataúd prefería un bulto de ron.
Al juglar del Sinú le hubiera gustado que el día de su muerte le tocara el maestro Alejandro Durán varios de sus temas. Sin embargo, el negro Alejo se fue primero.
También quería una comparsa con velas y un guiño de la ‘aventurera’ que puede ser cualquier mujer.
Todas esas condiciones las dejó plasmadas Pablo Flórez Camargo en las letras de sus canciones donde hablaba del día de su muerte.
Y todos sabían que su muerte estaba cerca. No precisamente porque tuviera 85 años de edad y porque sus precarias condiciones de salud, por la diabetes, hubieran empeorado sino porque Pablito jamás volvió a ser el mismo desde que murió la ‘niña Marce’, la mujer con la que compartió toda su vida.
Tenían esperanzas
El juglar del Sinú llevaba cinco días recluido en la unidad de cuidados intensivos de la clínica Central con una afección respiratoria.
Pese a que sus familiares tenían la esperanza que mejoraría, el maestro no estaba dispuesto a seguir viviendo sin su esposa Marcelina Causil. Ella había partido hacía dos meses y desde entonces quedó sumido en una profunda depresión.
El autor de más de mil temas entre ellos Los Sabores del Porro, La Aventurera, El hombre aquel, Tres clarinetes, Lloró Pelayo entre otros murió pasadas las 7 de la noche del miércoles en la unidad de cuidados intensivos del mencionado centro asistencial.
Sus hijos y nietos coinciden en que al maestro no se llevó el corazón o las permanentes diálisis que había que hacerle por su diabetes sino el profundo dolor que le causó la partida de su esposa.
Pablito como le llamaban cariñosamente al juglar del Sinú nació en Ciénaga de Oro el 17 de junio de 1926 y sus composiciones, interpretadas con su guitarra, lo ubicaron como uno de los exponentes del folclor más destacado en Colombia.
Sus temas han sido grabados por Moisés Angulo, Totó la Momposina, Juancho Torres, Alfredo Gutiérrez, Aglaé Caraballo, Iván Villazón y Gabriel Romero entre otros.
El cuerpo sin vida del maestro fue llevado por breves instantes a la funeraria Los Olivos de Montería y luego trasladado a su natal Ciénaga de Oro donde se preparan las honras fúnebres del más grande compositor de Córdoba.
