El ex gobernador de Antioquia y ex candidato presidencial, Sergio Fajardo, habló en una reciente entrevista con El Universal sobre su trayectoria política, la situación actual del país y sus posibles aspiraciones presidenciales para el 2026. En un diálogo con este medio, el también ex alcalde de Medellín reflexionó sobre sus inicios en la política, su visión de gobierno y los desafíos que enfrenta Colombia.
Fajardo, quien inició su carrera desde el ámbito académico, destacó su compromiso con la educación y la transparencia, a las que definió como pilares fundamentales de su gestión. “Siempre he sido y seré profesor. Me enorgullece que me llamen así, porque es lo que escogí ser en la vida. Espero, cuando termine mi participación en la vida pública, volver a enseñar matemáticas elementales en una escuela o colegio”, afirmó.
El político antioqueño relató cómo su transición del mundo académico al político se dio a partir de su preocupación por la desigualdad en Colombia. “Nuestro país es profundamente desigual, y esa desigualdad está determinada, en gran parte, por el lugar y la familia en la que se nace. Eso marca el futuro de las personas. Y me pareció una injusticia que decidí combatir”, explicó.
Fajardo recordó que su incursión en la política no fue convencional. Desde la fundación del movimiento Compromiso Ciudadano, con el que alcanzó la Alcaldía de Medellín en 2003, su objetivo ha sido demostrar que se puede hacer política sin corrupción ni clientelismo. “Demostramos que se puede hacer política sin trampas, con transparencia y con un enfoque en la educación y la equidad”, recalcó.
Voto en blanco y polémica por ballenas

Uno de los momentos más controversiales de su carrera pública fue su decisión de votar en blanco en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2018, una postura que le generó críticas desde diferentes sectores. “Voté en blanco porque no creía que ni Iván Duque ni Gustavo Petro fueran la mejor opción para el país. Expliqué mis razones en un texto que aún se puede encontrar. Recibí insultos de todo tipo, pero me mantuve firme en mis principios”, aseguró.
Fajardo reconoció que, con el tiempo, entendió que muchas personas que lo apoyaron se sintieron decepcionadas porque esperaban que continuara en la discusión política. “Si pudiera retroceder el tiempo, probablemente lo habría manejado de otra manera. Pero aprendí de esa experiencia”, admitió.
Después de las elecciones de 2018, Fajardo decidió viajar al Chocó para sobrellevar la derrota electoral. Esta decisión generó gran controversia, ya que muchos esperaban que se mantuviera en la discusión política. “Estaba agotado y, tras la elección, decidí tomar unos días de descanso en Nuquí, Chocó, a donde llegan las ballenas. Eso se convirtió en un escándalo porque mucha gente esperaba que siguiera en la discusión pública”, relató.
El político explicó que en su momento no consideró el impacto que tendría su ausencia en la percepción pública. “Con el tiempo comprendí que muchas personas que votaron por mí esperaban que siguiera liderando y explicando mi postura. Si pudiera retroceder el tiempo, probablemente lo habría manejado de otra manera”, reconoció.
Sobre la Actualidad política y la “paz total” del Gobierno Petro
En su análisis del Gobierno actual, Fajardo fue contundente al expresar su preocupación por la situación del país y el deterioro de la seguridad. “La llamada paz total ha generado un caos total. Hay cerca de 800 municipios bajo riesgo, los grupos armados han crecido y el Estado ha perdido control en muchas regiones”, afirmó.
El exgobernador también criticó la gestión en materia económica y educativa, señalando que la incertidumbre afecta el bienestar de los ciudadanos. “En el ámbito económico, la inflación y la incertidumbre golpean a los ciudadanos. En educación, se ha desfinanciado el Icetex y no se han generado oportunidades reales para los jóvenes”, indicó.
Asimismo, denunció que la corrupción sigue siendo un problema estructural en el país. “La corrupción sigue desbordada, y casos como el de Benedetti muestran que el Gobierno se rodea de personajes oscuros. La política debe ser diferente, debe hacerse con transparencia y sin clientelismo”, enfatizó.
Posible candidatura para las elecciones presidencial 2026

Ante la pregunta sobre su eventual participación en las elecciones presidenciales de 2026, Fajardo no descartó su candidatura, aunque dejó claro que hay aspectos personales que debe considerar antes de tomar una decisión definitiva. “Es altamente probable. No lo digo por jugar con las palabras, sino porque hay temas personales que debo resolver antes de tomar una decisión definitiva”, dijo.
A pesar de ello, dejó claro que sigue activo en la política y que su enfoque es el mismo. “Sigo participando activamente en política y reivindicando una forma de hacer las cosas de manera honesta y diferente”, sostuvo.
Fajardo destacó que ha aprendido de sus errores y ha trabajado en mejorar su forma de comunicarse con la ciudadanía. “He cambiado mi forma de comunicarme, entendí mejor el poder de las redes sociales y he ampliado mi visión sobre cómo conectar con más personas. Pero lo más importante es que sigo con la misma convicción y principios”, explicó.
El exalcalde insistió en que Colombia necesita un liderazgo que una a las diferentes fuerzas políticas para poder superar la crisis actual. “El próximo gobierno tendrá el reto más difícil de nuestra historia reciente. Necesitaremos un liderazgo que pueda unir a personas de diferentes corrientes políticas y trabajar con el Congreso de manera transparente y sin corrupción. Eso es lo que propongo y lo que estoy dispuesto a hacer”, puntualizó.
Sergio Fajardo en las encuestas
Aunque su candidatura para el 2026 no está confirmada todavía, su postura frente a los desafíos del país y su compromiso con una política diferente lo siguen posicionando como una alternativa en el panorama electoral.
En la más reciente encuesta de Guarumo Analítica, Fajardo lidera la opción de voto en una eventual consulta de centro, con el 30% de preferencia electoral.
Con este panorama, su figura se mantiene como una opción dentro del electorado colombiano, especialmente en un contexto de incertidumbre política y descontento ciudadano con la actual administración.