La situación en la región del Catatumbo, en Norte de Santander, ha sido catalogada por la Defensoría del Pueblo como la crisis más grande y grave que ha enfrentado este territorio. Según datos de esa entidad, la región ha sufrido históricamente por el conflicto armado, pero hoy la situación es crítica.
“En apenas cuatro días se reportan al menos 11.000 personas desplazadas y la cifra podría ser aún mayor. A las seis y media de la tarde del domingo se reportaron 2.178 núcleos familiares desplazados en Ocaña, 5.065 personas en albergues de Cúcuta y 2.500 en Tibú. Además, comunidades como la indígena Marí y el pueblo Yukpa enfrentan confinamiento y riesgo de desplazamiento”, indicó Iris Marín, defensora del Pueblo.
Así mismo, la defensora denunció que en la región se han incrementado los secuestros y atentados contra la población civil. “Se ha registrado una vulneración generalizada de derechos fundamentales, incluyendo ataques a combatientes y personas civiles que, por el simple hecho de ser familiares o cercanas a alguien, son señaladas de colaborar con un grupo armado. Entre las víctimas se encuentran líderes sociales, firmantes de paz y personas de especial protección constitucional, incluyendo niños, niñas, bebés, mujeres gestantes, personas con discapacidades e indígenas”, señaló.
El futuro de los diálogos
En entrevista con El Universal, el senador y facilitador de los diálogos de paz del Gobierno, Iván Cepeda, habló de la situación en la región. “Esta situación es muy grave. Lo que está ocurriendo en la región no es un hecho aislado ni algo que haya terminado; cada día y casi cada hora estamos presenciando hechos cada vez más graves. Esta incursión ya ha golpeado, y hay que decirlo con toda claridad, en primer lugar, a la población civil, a las personas que firmaron el Acuerdo de Paz en el 2016, y a líderes sociales. El presidente ha calificado estos hechos, y yo suscribo esa definición, como crímenes de guerra”, expuso el senador. Puede leer: La controversia tras la suspensión de los diálogos de paz con el Eln
Ante este lamentable panorama, el Gobierno es consciente de que el actuar del Eln muestra su falta de compromiso para concretar la paz, lo que pone en duda continuar con los diálogos. “No adelantaría nada en ese sentido, porque el Eln ha dado una clara muestra de que no quiere avanzar en este camino de la paz. Para volver a ese camino, no se trata de un gesto, sino de tomar una decisión firme que implique un proceso muy distinto al que hemos visto hasta ahora. Esto debe garantizar un acuerdo de paz y quedar absolutamente claro ante la opinión pública”, expuso.
Así mismo, Cepeda habló de los avances que se lograron con el Eln desde que el gobierno del presidente Petro retomara los diálogos con este grupo insurgente. “Desde el reinicio, se han firmado 28 acuerdos. Uno de esos acuerdos cerró el primero de los seis puntos de la agenda y se avanzó en otros temas, especialmente en el cese al fuego, que se mantuvo vigente durante un año”, dijo.
Entre tanto, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, denunció que el Eln, en el Catatumbo, está ejecutando prácticas criminales de “cacería” similares a las de grupos paramilitares. “El Eln ha desarrollado acciones prácticamente de cacería, lo que resulta inconcebible en una organización que se dice guerrillera, que lo que hace es recordarnos aquellas épocas del paramilitarismo realizando masacres. Acciones tan similares, yendo de casa en casa, buscando a sus víctimas para ejecutarlas en acciones típicamente sicariales”, manifestó.
Intentos de Paz
En los últimos 30 o 35 años, los esfuerzos por negociar con el ELN han enfrentado desafíos significativos:
- Gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010): Se estableció una mesa de negociación en Maguncia, Alemania, con el objetivo de crear un ambiente neutral. Sin embargo, las conversaciones no arrojaron resultados concretos.
- Gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018): A pesar del éxito en el proceso de paz con las FARC, el diálogo con el ELN, desarrollado en Ecuador, fracasó. Las divisiones internas del grupo y la continuidad de acciones violentas frustraron el proceso.
- Gobierno de Iván Duque (2018-2022): Este periodo terminó abruptamente con el atentado contra la Escuela de Cadetes de Policía General Santander en 2019, un hecho que marcó el fin de cualquier posibilidad de diálogo.
Voces de las figuras políticas
El senador de Cambio Radical y líder de la oposición, Carlos Fernando Motoa, criticó la falta de reacción del Gobierno para atender los temas del país y definió como un fracaso la Paz Total. “El Gobierno siempre llega tarde a solucionar los problemas del país. Advertimos durante meses que
la Paz Total era un fracaso. La conmoción interior no soluciona lo que está ocurriendo en el Catatumbo y en otros territorios. Lo que se requiere es mayor presupuesto para el Ministerio de Defensa y acciones contundentes para enfrentar a estos criminales. No podemos confiar la paz y la seguridad del país a organizaciones criminales que hacen acuerdos entre ellos, como ocurre en Buenaventura con los Shottas y los Espartanos”, señaló.
La senadora del Pacto Histórico, María José Pizarro, a través de la red social de X, cuestionó el actuar del Eln, manifestando que no tiene voluntad de paz. “La situación humanitaria del Catatumbo es alarmante. Con su accionar, el Eln solo demuestra que le da la espalda a la paz, a la población civil y a la mano tendida del Gobierno para encontrar una solución negociada. Liderazgos sociales, autoridades locales y la comunidad entera piden acuerdos humanitarios ya”, sostuvo.
El senador del partido Verde, Ariel Ávila, sostuvo que con esta situación es imposible por lo menos alcalizar al final del año siquiera la mitad de los acuerdos. “Estábamos presionados por el calendario y el problema no es solo el tiempo que falta, sino el que se pierde. Con una nueva parálisis de dos o tres meses, sería prácticamente imposible llegar a fin de año con al menos el 50 % del acuerdo negociado con el Eln. Además, el Eln comete un grave error al no aprovechar las condiciones actuales. Sus razones de existencia ya no tienen validez, no van a ganar ninguna guerra”, expresó
Análisis
Para Álvaro Navas, politólogo de la Universidad Robert Schumann de Estrasburgo, históricamente los diálogos de paz con el Eln han sido un fracaso dada la naturaleza del grupo insurgente. “El Ejército de Liberación Nacional (Eln) se caracteriza por su alta descentralización y una estructura organizativa que combina frentes autónomos con un comando central, conocido como COCE, que ni siquiera opera desde Colombia. Esta configuración dificulta la cohesión interna, ya que los frentes actúan con gran autonomía y no siempre comparten una postura uniforme en los procesos de negociación”, indicó.
Un ejemplo de esta autonomía es el predominio del frente Domingo Laín, que opera en Arauca, uno de los más fuertes, cuya influencia puede generar tensiones internas. Estas dinámicas complejizan cualquier intento de avanzar en acuerdos colectivos.
Álvaro Navas, politólogo de la Universidad Robert Schumann de Estrasburgo
Ante el panorama desolador en el Catatumbo, Navas sugiere que el Gobierno ahora centre su atención en la recuperación de la zona. “Dada la historia de fracasos en las negociaciones con el Eln y las características propias del grupo, parece evidente que la estrategia del Gobierno debe priorizar la recuperación territorial. Esto solo será posible si se alcanzan acuerdos con otros actores armados que comparten presencia en las mismas zonas, debilitando así el entorno operativo del Eln”