A través de su cuenta en la red social X, el presidente Gustavo Petro ordenó la suspensión de los diálogos de paz que el Gobierno Nacional mantenía con el Ejército de Liberación Nacional (ELN). En su mensaje, el mandatario afirmó:
“Lo que ha cometido el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra. Se suspende el proceso de diálogo con este grupo, el ELN no tiene ninguna voluntad de paz.”
El anuncio generó reacciones inmediatas en diferentes sectores. El gobernador de Bolívar, Yamil Arana, crítico habitual de las negociaciones con grupos armados, expresó su apoyo a la decisión presidencial en la misma red social. Puede leer: ELN: “Seguirá corriendo sangre en el Catatumbo”
“Los diálogos solo han servido para que el ELN se fortalezca. Nunca han respetado las mesas de negociación. Mientras no exista una verdadera voluntad de paz, no se debe conversar con estos grupos armados organizados. Esta es la postura correcta y la que esperábamos desde hace mucho tiempo.”
En línea con esta postura, Arana convocó a un Consejo de Seguridad Departamental extraordinario, al que asistirán alcaldes municipales y distritales junto a representantes de las Fuerzas Armadas. El objetivo de la reunión será delinear estrategias concretas para combatir la creciente amenaza del ELN y otros grupos criminales que operan en el territorio.

Entre tanto, el secretario de Seguridad de Bolívar, Manuel Berrío, también se pronunció sobre la situación y destacó el impacto de esta decisión en el departamento.

“En el territorio del Departamento de Bolívar, esta decisión no refleja ningún cambio significativo en el día a día de nuestras comunidades. Ni el ELN ni otras organizaciones criminales han mostrado un ápice de voluntad para cesar la violencia. Vivir en paz se ha vuelto un anhelo desesperado, pero la paciencia tiene un límite. Por instrucción del gobernador, se diseñarán estrategias específicas para garantizar la seguridad ciudadana en toda la región”, expuso.
Desde Bolívar, las autoridades locales han solicitado al Gobierno Nacional mayor apoyo y concurrencia para enfrentar la amenaza de los grupos armados ilegales, especialmente en las zonas rurales del sur del departamento. Estas regiones, históricamente afectadas por la violencia, continúan siendo escenario de disputas entre diferentes actores armados, lo que mantiene a las comunidades bajo constante amenaza.

La Gobernación de Bolívar advirtió sobre el complejo panorama de seguridad que enfrenta el departamento, con la convergencia de diversos actores armados y dinámicas delictivas. La suspensión de los diálogos con el ELN marca un punto de inflexión que podría ser determinante para el rumbo de la seguridad en la región.