El senador cartagenero del partido Cambio Radical, Jorge Benedetti, dialogó con El Universal sobre su gestión durante este período legislativo, los proyectos de ley que ha liderado, su visión sobre el panorama político nacional y las reformas clave que se discuten en el Senado.
También explicó los retos que enfrenta su bancada y su percepción sobre la relación entre el Gobierno y las demás instituciones del Estado. Esta es la entrevista.

¿Cómo evalúa su gestión en el Congreso de la República en este periodo?
El Congreso de la República ha hecho un trabajo juicioso en cuanto al control político, apoyando aquellas iniciativas que consideramos beneficiosas para el país y archivando aquellas que son contraproducentes para la coyuntura política nacional. Como senador, estoy orgulloso de haber liderado proyectos que generan un impacto positivo en la ciudadanía, como la ‘Ley Cubos del Deporte’ y la ley de lucha contra el hambre. Este último busca unificar las políticas públicas relacionadas con la donación de alimentos, robustecer el régimen sancionatorio contra empresas que desperdician alimentos y crear una hoja de ruta que conecte a productores y comercializadores con los beneficiarios de estas donaciones. Estas iniciativas responden a problemas urgentes, como la inseguridad alimentaria, que afecta a millones de colombianos, especialmente en ciudades como Cartagena.
¿Qué papel juega la bancada de Cambio Radical en el Congreso?
Cambio Radical ha sido una bancada cohesionada y disciplinada. Aunque en la Cámara de Representantes las mayorías del gobierno dificultan nuestra incidencia, en el Senado hemos tenido un rol determinante, logrando definir votaciones importantes por márgenes estrechos. Esto ha demostrado nuestra relevancia en la política nacional y nuestra capacidad de ser una opción de poder. Además, nuestra bancada cuenta con figuras de peso como Germán Vargas Lleras y David Luna, quienes han fortalecido nuestra posición frente al gobierno.
¿Cómo ha generado la postura del presidente Petro en el Congreso?
El discurso confrontativo del presidente ha generado tensiones innecesarias. Sus constantes ataques al Congreso, a las altas cortes y al Consejo de Estado han dificultado la construcción de consensos. Estas actitudes no solo generan malestar, sino que también afectan la percepción pública de las instituciones. A pesar de ello, el Congreso ha demostrado su capacidad de trabajo, aprobando varias iniciativas gubernamentales. Sin embargo, este tipo de confrontaciones solo generan divisiones y obstaculizan el avance de proyectos clave para el país.
¿Cuál es el estado actual de las reformas prioritarias del gobierno?
La reforma política prácticamente está condenada al fracaso. Cambiar las reglas de juego a pocos meses de las elecciones no solo es cuestionable, sino que podría ser declarado inconstitucional. En cuanto a la reforma a la salud, su futuro también es incierto. El sistema sanitario enfrenta graves problemas debido a la implementación deficiente del giro directo de recursos, lo que ha dejado a los hospitales sin oxígeno financiero y ha incrementado los tiempos de espera para los pacientes. Desde Cambio Radical hemos señalado que esta reforma debe tramitarse como una ley estatutaria, ya que afecta derechos fundamentales. Por otro lado, la reforma tributaria fue aprobada previamente, pero su implementación generó preocupaciones debido a su impacto en la economía nacional, lo que ocasionó que se hundiera hace poco. Puede leer: Miguel Uribe propone comprar Monómeros como activo estratégico
¿Cómo percibe el impacto de las políticas del gobierno en la calidad de vida de los colombianos?
Las políticas del gobierno no han logrado mejorar la calidad de vida de los colombianos. Por el contrario, muchos de los avances alcanzados en años anteriores, como en infraestructura, vivienda y salud, se han visto afectados. Por ejemplo, el programa ‘Mi Casa Ya’ ha sido desmantelado, dejando a muchas familias sin opciones de acceso a vivienda propia. En salud, las filas para citas y procedimientos médicos son interminables debido a la mala gestión de los recursos. Estas situaciones han generado un gran descontento entre la población, reflejado en los altos niveles de desaprobación del presidente.
¿Qué opina sobre el panorama electoral de cara a 2026?
El panorama electoral para 2026 estará marcado por la necesidad de unir a las fuerzas de oposición. Actualmente, existe el riesgo de que la fragmentación de la oposición favorezca al oficialismo. Sin embargo, estoy convencido de que debemos trabajar en una candidatura única que represente los intereses de la ciudadanía y que pueda competir de manera sólida desde la primera vuelta. El gobierno intentará consolidar su fuerza política a través de listas cerradas, pero es poco probable que logren el mismo respaldo que obtuvieron hace cuatro años, ya que muchas de sus promesas no se han cumplido y han generado desilusión entre sus seguidores.
¿Qué piensa sobre los ataques del gobierno a instituciones como la Registraduría?
Los ataques constantes del gobierno a la Registraduría reflejan una estrategia para deslegitimar este órgano independiente. Estos señalamientos generan incertidumbre en el sistema electoral y afectan la confianza de los ciudadanos. La Registraduría fue clave para elegir al actual presidente y a su bancada, pero ahora, al no tener control sobre esta institución, el gobierno parece estar intentando desacreditarla. Esto es preocupante, ya que la estabilidad institucional es fundamental para el desarrollo democrático del país.
¿Qué análisis hace de las relaciones entre el gobierno y los gobiernos locales?
El gobierno nacional ha tenido una relación difícil con los gobiernos locales. No hemos visto grandes obras anunciadas en ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, Cartagena o Barranquilla. En Cartagena, por ejemplo, hemos enfrentado desafíos importantes, como el manejo de la valorización y la finalización de obras clave que llevan años en ejecución. A pesar de estas dificultades, los alcaldes han demostrado capacidad de liderazgo, sacando adelante sus planes de desarrollo sin el apoyo del gobierno nacional. Esto es un reflejo de la desconexión entre el Ejecutivo y las necesidades reales de las regiones.
¿Qué opina sobre las posibilidades de reelección o cambios inconstitucionales en el sistema político?
No creo que el presidente Petro tenga posibilidades de permanecer en el poder más allá del 7 de agosto de 2026. Sin embargo, sus constantes ataques a instituciones independientes y su postura confrontativa generan preocupaciones sobre posibles intentos de desestabilización institucional. Afortunadamente, contamos con un Congreso y unas cortes que han sabido actuar con responsabilidad y firmeza frente a estas amenazas.