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Política

David Turbay pide revisión de su condena tras fallo de la Corte IDH

David Turbay exige la revisión de su condena tras fallo de la Corte IDH, pide que se le otorgue el mismo tratamiento que al exministro Arboleda.

David Turbay pide revisión de su condena tras fallo de la Corte IDH

David Turbay pide revisión de su condena tras fallo de la Corte IDH.// Foto: Diego Fierro- El Universal

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El excontralor general de la Nación, David Turbay Turbay, reapareció públicamente después de varios años de silencio, tras conocerse el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que ordenó al Estado colombiano revisar la condena del exministro de Comunicaciones Saulo Arboleda durante el gobierno de Ernesto Samper. Turbay ha insistido en su inocencia y señalado supuestas irregularidades en su caso. Asimismo, solicita que, al igual que al exministro, se le revise su condena, pues señala que busca limpiar su nombre. Este respondió varias preguntas.

David Turbay exige la revisión de su condena tras fallo de la Corte IDH.// Diego Fierro- El Universal
David Turbay exige la revisión de su condena tras fallo de la Corte IDH.// Diego Fierro- El Universal

¿Qué ha sido de su vida luego de su distanciamiento del panorama político?

He estado distante, pero no ausente. La verdad es que miembros de mi familia han estado en el Senado y en el sector ejecutivo. Mi orgullo es que no han resultado ser menores, sino que tienen la competencia necesaria, cuentan con la cédula de ciudadanía y gozan de la patente de ser conductores expertos, lo que acreditan diariamente en favor del pueblo. Yo he estado alejado, pero porque me alejaron. Sí, yo tenía ya una figuración como candidato presidencial, lo que me habilitó como la esperanza de la Costa, para devolverle a un costeño las riendas del país. Pero se aliaron en mi contra, con suposiciones y estimaciones carentes de respaldo probatorio.

Recientemente ha sido noticia la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el caso del señor Saulo Arboleda, exministro de Comunicaciones. ¿Qué opina sobre este fallo?

Este fallo es muy significativo. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha censurado al Estado colombiano por no contar con los instrumentos idóneos y eficaces para la defensa de los derechos fundamentales. En el caso de Saulo Arboleda, ha durado 22 años para que finalmente le digan que se vulneraron sus derechos. Yo he vivido una situación similar. Fui contralor general de la República y, de la noche a la mañana, me vi envuelto en una serie de acusaciones basadas en suposiciones y estimaciones sin respaldo probatorio. A pesar de ser contralor, no podían encarcelarme sin que el Congreso me suspendiera, pero el Congreso nunca se pronunció. El Consejo de Estado no podía proceder a designar un reemplazo sin que se cumpliera el procedimiento adecuado. La Fiscalía tampoco tenía jurisdicción para indagarme y delegó el caso a un ente que no tenía competencia, es decir, hubo una serie de errores procesales y orgánicos que incidieron en el daño que me hicieron.

Entonces, ¿cómo interpreta la situación actual del sistema judicial colombiano?

Creo que el sistema judicial colombiano no ha sido eficiente en la protección de los derechos fundamentales. Se escudan en los requisitos de inmediatez y subsidariedad para no pronunciarse sobre el fondo de los casos. Esto nos está llevando a una situación en la que se vulneran los derechos de los ciudadanos. Un país que no respeta los derechos fundamentales de sus ciudadanos y no protege su eficacia real está fallando a nivel constitucional. Los tratados internacionales que Colombia ha suscrito y ratificado deben prevalecer sobre el derecho interno. Esto es fundamental, porque nos da la oportunidad de revisar muchos casos y rehabilitar vidas que han sido destruidas, tanto en lo personal como en lo profesional. Cuando se vulneran los derechos de una persona, no solo se afecta su honra, su patrimonio y su familia, sino también la capacidad de un pueblo para interpretar adecuadamente su futuro y cambiar su destino.

¿Cómo cree que este contexto impacta el panorama político y social del país?

Estamos en un momento crítico. El país está viviendo dificultades crecientes y es importante que se reconozca que la situación jurídica actual tiene un impacto profundo en la vida de los colombianos. Esta es una gran oportunidad no solo para mí, sino para muchos colombianos, de que se revisen sus casos y se rehabiliten esas vidas. Necesitamos transformar la manera en que el Estado y el sistema judicial se relacionan con la ciudadanía. Si se hace justicia, no solo se rehabilitan vidas individuales, sino que se da un paso importante hacia la justicia social y la regeneración del país.

Usted mencionó que en Colombia algunas familias poderosas han logrado imponer el odio sobre el respeto por los méritos. ¿Qué piensa sobre eso y sobre el panorama actual?

El excontralor general de la Nación, David Turbay Turbay, reapareció públicamente después de varios años de silencio.// Foto: Diego Fierro.
El excontralor general de la Nación, David Turbay Turbay, reapareció públicamente después de varios años de silencio.// Foto: Diego Fierro.

Es cierto. Cuatro o cinco familias poderosas en Colombia lograron imponer el odio y la persecución sobre el respeto por los méritos. Me sacaron del “ajedrez”, como lo llama el papa Francisco en sus denuncias sobre lo que está sucediendo en Brasil y Ecuador. Las grandes potencias, los intereses globales, actúan de esa manera: sacan a las personas que piensan distinto, a las que representan una amenaza para los intereses de la clase privilegiada de las democracias criollas. Hoy, el mundo ha cambiado. Antes, Dios era la fuente de todo poder; luego, pasamos a la Revolución Francesa, donde el hombre asumió el poder. Hoy, estamos viviendo la revolución digital y, en su núcleo, hay un clan de millonarios que manejan el mundo. Ellos se han apoderado de la banca, de la salud, de las grandes concesiones nacionales. Y aquellos que no son satélites de ellos, son enemigos del sistema global que gobierna.

¿Cómo se relaciona esta situación con su propia experiencia política?

Yo nací en El Carmen de Bolívar, en la provincia colombiana, y llegué al Congreso gracias al mérito y al trabajo constante. Cuando fui congresista, me hice sentir en el escenario parlamentario con obras y reivindicaciones concretas. Convertí a Cartagena en el primer distrito turístico y cultural de Colombia, a Barranquilla en distrito marítimo-portuario y a Santa Marta en distrito histórico. Esto generó miles de millones de pesos para nuestros entes territoriales, gracias al situado fiscal territorial. Logré sacar muy buenos resultados y eso me permitió tener una figuración importante, incluso fui candidato a la Presidencia. En 1988 fui elegido como uno de los 10 jóvenes sobresalientes del mundo por la Cámara Junior a nivel global. Esto causó un gran revuelo entre los sectores más tradicionales, que no podían tolerar que un “corroncho” de El Carmen de Bolívar, con base en sus méritos, pudiera desplazar a los grandes nombres de la política nacional.

¿Cómo ve la política actual en Colombia? ¿Cree que hay espacio para un cambio real?

Hoy vivimos en una democracia mafiosa, donde las campañas políticas son una cuestión de dinero. Una campaña al Congreso puede costar entre 15 y 20 mil millones de pesos, y una campaña presidencial, aún más. Quienes son elegidos tienen que dedicarse a pagar lo que deben, porque si no lo hacen, se les quita hasta la casa. ¿En qué momento, entonces, consultan lo que el pueblo quiere? La política se ha convertido en un negocio de intereses, en lugar de un espacio para servir al pueblo. En este sistema, los políticos no pueden pensar en proyectos de país ni en soluciones reales, porque están atrapados en sus compromisos bancarios y extrabancarios. Si esto no cambia, la democracia se volverá aún más vacilante y frustrante, y no podremos avanzar como nación.

El 2025 se perfila como un año electoral importante. ¿Cómo ve el panorama político de cara a las elecciones?

En cuanto al panorama político actual, lo que estamos viendo es una política de polarización. Pero la política no se hace con látigos, se hace con puentes. La política no es una confrontación, es una convergencia. No se trata de prepotencia, sino de humildad, de escuchar a todos los sectores y reconocer que a veces nos equivocamos. Todos sabemos que los lápices tienen borradores, y eso es algo que la política debe entender: los errores son parte del proceso, y lo importante es aprender de ellos y corregir el rumbo.

¿Qué opina específicamente del gobierno de Gustavo Petro?

Yo siempre he dicho que Petro es un hombre muy inteligente, pero tiene grandes fallos como político. La política no se puede hacer con autoritarismo ni polarización. La política debe ser inclusiva, debe ser convergente, no de confrontación. No se trata de imponer un punto de vista, sino de construir acuerdos, de crear puentes entre las diferentes fuerzas del país. La política es, sobre todo, humildad y respeto por las opiniones de los demás. Petro, en mi opinión, no ha entendido esto, y por eso la polarización ha sido tan fuerte durante su gobierno. Puede leer: Benedetti, ¿la manzana de la discordia del petrismo?

Corte Interamericana de Derechos Humanos que ordenó al Estado colombiano revisar la condena del exministro de Comunicaciones Saulo Arboleda.//Foto: Diego Fierro
Corte Interamericana de Derechos Humanos que ordenó al Estado colombiano revisar la condena del exministro de Comunicaciones Saulo Arboleda.//Foto: Diego Fierro

Yo creo que el país ha perdido la brújula. La seguridad nacional se ha desdibujado y lo que teníamos antes como un norte claro, como el empleo, que era el mejor de los subsidios, ha desaparecido. Hoy necesitamos pensar en un país unido, en torno a lo que no nos distancia. Si hablamos de seguridad, todos queremos seguridad. Si hablamos de los ferrocarriles, todos estamos de acuerdo en que es una necesidad. Si hablamos de los jubilados, todos queremos que reciban la mesada 14. Hay muchos temas en los que coincidimos y que no deberían causar las divisiones tan profundas que hoy nos atormentan.

En cuanto al gobierno de Petro, recientemente se conoció el regreso de Armando Benedetti a su equipo, lo que ha generado bastante controversia. ¿Qué opina usted sobre el enfoque político del gobierno y la situación actual?

Conozco al señor Benedetti. Lo conocí cuando era secretario general del INTRA, un instituto que regulaba el transporte en Bogotá. Celebro que haya hecho el acto de contrición, reconociendo su consumo de drogas y alcohol, y me alegra que haya dado ese paso. Lo apoyo en su recuperación, le deseo lo mejor. En cuanto al gobierno de Petro, no participé en su campaña, aunque Gustavo Petro votó por mí cuando fui elegido. No le deseo el mal al Gobierno, porque eso sería desearle el mal al país. Como ciudadano, me siento en la obligación de dar mi opinión sobre los temas nacionales y, como lo hago contigo, lo hago con la esperanza de aportar para que el país pueda avanzar.

¿Cree que hay nuevas generaciones que puedan liderar ese cambio?

Sí, están surgiendo nuevas figuras, pero muchas veces les faltan los recursos económicos y el respaldo necesario para llegar lejos. Le decía al doctor Hugo que sería importante convocar a todos esos jóvenes para que el país conozca lo que están pensando. Ayer, por ejemplo, estuve en una reunión con Germán Bulnes Escobar, un hombre que vive en Cartagena y está pensando en postularse a la Presidencia. Me alegró mucho ver que, ante el caos actual, hay nuevas voces que podrían interpretar el futuro de Colombia y encarnar esa voluntad de cambio que tanto necesitamos.

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