Este viernes 23 de agosto en Barranquilla, una cumbre crucial reunió a varios alcaldes del Caribe con altos funcionarios del Gobierno Nacional, incluidos Iván Velázquez, Ministro de Defensa; Juan Fernando Cristo, Ministro del Interior; y William Salamanca, Director de la Policía Nacional. El objetivo principal: abordar la creciente ola de inseguridad en la región.
Importante destacar que el pasado miércoles 21 de agosto, el alcalde de Cartagena, Dumek Turbay, se solicitó al presidente de Colombia, Gustavo Petro, que exija a las bandas criminales que operan en la ciudad, incluyendo al Ejército Gaitanista de Colombia, que cesen los homicidios y actividades delictivas como condición para cualquier diálogo con el gobierno. La petición de Turbay se produce en un contexto de creciente preocupación por la violencia en la ciudad, a pesar de los esfuerzos locales para mejorar la seguridad. Lea también: La petición de Dumek Turbay a Gustavo Petro en diálogos con Clan del Golfo
Hoy, durante el encuentro, los líderes locales de Cartagena y Barranquilla hicieron un llamado urgente para una colaboración más estrecha con el Gobierno de Gustavo Petro. Buscan establecer una estrategia integral que combine esfuerzos nacionales, regionales y locales para enfrentar a las bandas criminales que azotan ciudades como Cartagena, Barranquilla, Riohacha y Montería. Los alcaldes Alex Char, Genaro Redondo y Hugo Kerguelen participaron en la discusión.
“Agradecemos los esfuerzos de la Policía Metropolitana de Cartagena y la Armada en el control marítimo. Sin embargo, la falta de comunicación directa con el Gobierno y la ausencia de Consejos de Seguridad periódicos en nuestra ciudad han limitado la efectividad de nuestras acciones contra el crimen,” expresó Turbay.
Uno de los temas que expone el mandatario es la necesidad de establecer mesas de negociación con las bandas criminales, las cuales en Cartagena libran una guerra por rentas criminales, lo que provoca homicidios por el control del microtráfico y la extorsión. Turbay subrayó la importancia de establecer mesas de negociación con las bandas criminales. “La violencia no entiende de ideologías ni de cálculos políticos. Necesitamos un enfoque unificado para enfrentar a las bandas que luchan por el control del microtráfico y extorsionan a la comunidad,” afirmó.
La cumbre también abordó el impacto del crimen en la inversión y el desarrollo económico. Representantes del sector privado subrayaron que la violencia y la extorsión afectan directamente las finanzas y la salud de las empresas. Se enfatizó en la necesidad de inversiones en tecnología y dotación para fortalecer la seguridad, pero advirtió que estas medidas solo serán efectivas si se abordan las causas subyacentes de la violencia de manera integral.
Se destacó también la importancia de reformar el sistema penitenciario. “El control criminal desde las cárceles debe ser una prioridad. Sin una reforma estructural del INPEC y un diálogo de paz con los grupos criminales, cualquier intervención corre el riesgo de ser superficial,” dijo Turbay.
Revisión de la Política Antidrogas y Reformas Penitenciarias
El alcalde de Cartagena instó al Gobierno a revisar la política antidrogas y considerar la regularización de las drogas como una estrategia integral para combatir la violencia. Además, subrayó la necesidad de una reforma en el INPEC para mejorar las condiciones laborales de los guardias y reducir la corrupción. Lea también: Protesta en Chambacú contra empresas de servicios públicos de Cartagena
“Un estudio de la Universidad de Los Andes muestra que los bajos salarios y las malas condiciones laborales contribuyen a la corrupción entre los guardias. Es crucial reformar el sistema penitenciario para garantizar un control efectivo del crimen,” concluyó Turbay.
La cumbre en Barranquilla marca un paso significativo hacia una colaboración más efectiva entre el Gobierno Nacional y los líderes locales para enfrentar los desafíos de seguridad que afectan al Caribe colombiano.