2019. Hace cuatro años con una campaña que costó $4 millones, menos de lo que cuesta una de las motocicletas que usan para prestar el servicio de mototaxi, Javier Julio Bejarano llegó al Concejo con 3.620 votos. Cuatro años después obtuvo la segunda mayor votación para la Alcaldía de Cartagena detrás de Dumek Turbay. El nuevo concejal habló con El Universal sobre las elecciones, William Dau y cuál será su rol desde su curul frente al gobierno de Turbay Paz en La Aduana.
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Con 56.782 votos queda de segundo en la contienda por la Alcaldía, lo que le dio derecho a una curul en el Concejo. ¿Qué le dice a estos 53 mil nuevos simpatizantes con respecto a los votos que sacó en 2019?
Que estoy completamente agradecido, más cuando mucha gente puso en tela de juicio nuestro liderazgo y el activismo que hemos consolidado a través de los años. La ciudadanía que nos acompañó da muestra que confía en lo que hicimos en el Concejo y de lo que haremos en los próximos cuatro años.
Por otro lado, hay muchas personas en redes sociales que dicen: “Él no buscaba la Alcaldía, quería eso, medirse, fortalecer su figura a futuro y asegurar nuevamente una curul en el Concejo”...
Es injusto e irrespeta a la ciudadanía que nos acompañó. Los que dicen eso son personas que se quedan con el resultado, pero no ven el proceso detrás. Cuando nuestra campaña inició, gran parte de la ciudad no daba un peso por nosotros; de hecho, fuimos uno de los procesos que más recibió ataques, y lo más triste es que la gran mayoría fueron desde el interior del Pacto Histórico. Buscaron sabotear, que según no marcábamos en las encuestas y, pese a eso, quedamos de segundos ganándoles a muchos actores con décadas en la política: una exalcaldesa, un exrepresentante a la Cámara y varios exfuncionarios.
En el Concejo se dio a conocer por una oposición airada contra la administración de William Dau; luego, en la campaña, tuvo varios rifirrafes Dumek. ¿Qué decirle a las personas que te tienen como peleonero?
Yo no soy polémico, lo que sí soy es apasionado. Cuando emprendo algo, lo hago con el corazón. Hice más de 20 debates en el Concejo señalando con nombres propios, lo que provocó varias tutelas contra mí y a la fecha no he tenido que retractarme en ninguna ocasión. Yo debato con fundamentos, argumentos y evidencias.
En cuanto a Dumek, la gente ha confundido ataques con la preocupación. Él tiene investigaciones y eso no es mentira, están las evidencias y en tiempos de campaña nos preocupaba la estabilidad administrativa del Distrito a futuro, y por eso nuestras advertencias. Pero ahora, pasado el 29 de octubre, con la masiva votación de la gente que lo apoyó, sería insensato someter a la ciudad a un desgaste de violencia, discusión e irrespeto en el que se enfrascó la ciudad en estos últimos años.
Los actores políticos pasan y las instituciones prevalecen. Efectivamente haré control político venerando a todo aquel que votó por mí; sin embargo, se quedarán esperando todos los que piensen que protagonizaré shows o peleas. La gente espera mayor altura en el debate, más mesura, más trabajo y ejecución.
O sea, eso va en la línea de lo que llamas “oposición democrática”.
Exacto. Cuando nos toque acompañar lo que vaya en beneficio de la ciudad, ahí estaremos. Lo que no sea así, que no tenga soportes jurídicos o esté enfocado para intereses particulares o burocráticos, le haremos una oposición justificada, con hechos.
¿Qué opinión tiene de las presuntas trabas que el equipo de Dumek Turbay denuncia por parte de Dau para que se dé un proceso de empalme tranquilo y adecuado?
Recuerdo muy bien cuando en 2019, sin que Dau tenga la credencial de alcalde, Pedrito Pereira activó el proceso de empalme. ¿Por qué no actúa de la misma manera ahora? Uno puede tener diferencias ideológicas, pero este es un proceso legal y obligatorio. La ciudad necesita objetividad y cero traumatismos, la gente exige que se faciliten las cosas para que el nuevo gobierno empiece con el pie derecho.
El alcalde Dau no ha entendido que, en gran parte, la gente votó el pasado domingo en rechazo de cómo ha gobernado a Cartagena; tanto así que sus principales opositores tuvieron victorias en las urnas y, aunque intentaron negarlo, la candidata que él apoyaba quedó de tercera. Por no comprender eso, pues sigue cometiendo errores. Por respeto a la ciudad y a la institucionalidad este proceso no debe tardar en comenzar.
¿Qué ciudad entrega Dau a Dumek?
Su gobierno afectó a todas las candidaturas independientes, alternativas o progresistas. Tantos índices negativos y tantas necesidades que no logró solucionar hicieron que las personas desconfiaran de volver a votar por alguien de ese corte; y por eso ganó un candidato de otro ámbito político. Pero ya basta de mirar para atrás; aunque tenga reservas, como cartagenero lo más que puedo esperar es que a la próxima administración le vaya bien.
Dau se queda en Cartagena y crearía una especie de fundación o veeduría anticorrupción. Usted representará la oposición a la nueva administración. ¿Cree que algún día volverán a hablarse y reconciliarse? El progreso de la ciudad pasa mucho porque todas las fuerzas vivas estén unidas.
Yo no guardo ningún rencor y entiendo que la política muchas veces se tramita por medio de emociones, momentos acalorados. Por ejemplo, con Dumek, en medio de la campaña nos acusamos hasta de delitos, pero luego hay que tener la madurez política para trabajar sin la sangre caliente; sin embargo, con Dau no hay oportunidad de diálogo, pues él no respeta códigos que nadie puede tocar como lo es la familia o el ámbito personal. Él no tiene límites.
Lo que esperamos es que haga como otros exalcaldes que se retiran bien y no siga con payasadas o shows que no benefician a la ciudad.
¿Qué sabores prefiere? Empanada de pollo o de carne; jugo de corozo o de naranja; café con leche o capuchino. Esto lo pregunto porque has aceptado la invitación de Dumek Turbay de sentarse a hablar para generar consensos por la ciudad. Emulando lo hecho por Carlos Fernando Galán, nuevo alcalde de Bogotá, y Juan Daniel Oviedo, segundo en votación y nuevo concejal de la capital. ¿Qué espera de este espacio?
Aceptamos la invitación porque lo cortés no quita lo valiente. Espero que en verdad haya consensos en pro de Cartagena. En el Concejo nadie me verá criticando desde el primer minuto sin darle el espacio a la nueva administración de instalarse. Pero se equivocan los que piensan que por buscar una relación respetuosa yo abandonaré el control político.
Dumek sabe lo que se le critica de su época como gobernador, por lo que se espera que no cometa los mismos errores como alcalde, mandando una ciudad que hoy es más crítica y atenta de cómo la gobiernan.
La gente va a estar pendiente de qué va a pasar con los recursos, con las OPS, con los contratos. Creo que el espacio será bueno, pues en campaña chocamos y se dijeron muchas cosas que vale aclarar. Lo que sí está claro es que no me sentaré con Dumek a pedirle OPS o mermelada.
¿Recomendará algo para que entre en el plan de gobierno de Dumek?
Sí, pues fue muy frustrante en estos últimos cuatro años no ver materializada ninguna de nuestras propuestas por el capricho de un alcalde que se deja llevar por sus emociones, odios e intereses. Fueron 15 iniciativas que ahora propondremos como proyectos priorizados para la ciudad, no para alimentar el ego de Javier.
¿Cómo cuáles?
Atención integral a los jóvenes, políticas de primer empleo, prácticas laborales remuneradas, dejar de perseguir a los comerciantes de la comunidad popular en el espacio público y trasladarlos a un gran centro comercial de la economía popular en la ciudad. Son iniciativas que buscan fomentar la dignidad de la gente y que sería genial que se materialicen.
¿Fue un error el no haber hecho una alianza con Judith Pinedo, José Osorio y Javier Doria para que un candidato progresista le ganara a Dumek?
Nosotros recorrimos las calles y recogimos el clamor de la gente, entendimos en un punto lo que buscaban en un candidato, por lo que pedir sus apoyos y luego retirarnos hubiese sido una especie de traición para con ellos. Hubiesen sido casi 60 mil ciudadanos que hoy se sentirían traicionados.
No guardo ningún rencor con ellos, pero la historia nos colocará en el lugar donde deba colocarnos. El tiempo se encargará de juzgarnos sobre si fue un acierto o no que no haya habido una unión. Repito, no tengo ningún resentimiento, mucho menos con este pequeño grupo de la Colombia Humana que desde un inicio estuvo en la campaña de Judith Pinedo y buscó en varias ocasiones debilitar mi campaña.
Como el candidato a la Alcaldía avalado por el Pacto Histórico, para muchos analistas las elecciones fueron una debacle para el petrismo a nivel nacional. Líderes nacionales como Gustavo Bolívar, María José Pizarro y Daniel Quintero pelean en redes. Bolívar dice que el Pacto está quebrado y que hay que recoger los pedazos en las regiones. Volver a las bases, aminorar el centralismo, sacar politiqueros infiltrados y promover más democracia interna. En estos momentos eres la cabeza visible del petrismo en Cartagena, ¿qué hacer para reinventar al Pacto?
Comparto mucho de lo que dice Gustavo Bolívar. Yo fui víctima de muchas de esas cosas que él acusa; sin embargo, en el Pacto local se viene un tiempo de reflexión interna, una conversación íntima que permita diagnosticar el estado real de las cosas, analizar lo que sucedió. La única manera para mejorar será a través de la autocrítica, una reflexión interna y no por Twitter, estableciendo los ajustes necesarios para que el proyecto no desaparezca.
Si hay un político más cercano a la champeta, a bailarla, a gozársela, ese es Javier Julio Bejarano. Estamos ya en modo fiestas novembrinas, pero usted propone reinventarlas, ¿en qué sentido?
Uno tiene que tomar lo bueno de otras ciudades, pero sin que sea un copia y pega. Nuestras fiestas se han deteriorado y ahora son foco de violencia, por lo que se deben reinventar con un hilo conductor de varios eventos a través del año, entre espacios académicos, sociales, culturales y de festividad neta.
Las fiestas tienen que reivindicar lo barrial, que sirvan como un espacio que fortalezca el turismo y la economía popular. Rescatar lo tradicional. En esta línea, el Reinado de la Independencia debe reinventarse para que se premie más el emprendimiento, los talentos y el rol social de cada reina y de qué manera impactan y fortalecen ciertas dinámicas de sus comunidades. Hablaré con el nuevo alcalde Dumek sobre cómo promover estos nuevos liderazgos comunitarios.
Y la Plaza de Toros, ¿cómo rescatarla del olvido?
Convirtiéndola en un centro cultural, no solo de la champeta, sino de todas las muestras culturales y géneros musicales de nuestro patrimonio. La Plaza de Toros debe ser un recinto ferial que cobije eventos como los bailes de picó, pero con la infraestructura de sonido necesaria para que no moleste a los vecinos.
También ir más allá y que tenga escenarios para tertulias académicas, conciertos donde se relacionen los nuevos artistas de la champeta con los más consagrados, y que haya un museo donde se exhiban artículos y elementos relacionados con las carreras de los cantantes históricos y trascendentales del género. Esto impulsará el turismo y el talento local.
Judith Pinedo, y muchas voces que saben de lo que hablan, aseguran que tú serás alcalde de Cartagena algún día. Tienes 36 años, a esa edad hay más de uno que no sabe dónde está parado, ¿qué esperar de tu persona en estos años venideros?
Solo Dios y el pueblo pueden hacer realidad eso. Por mi parte, prefiero la humildad y trabajar en el presente, no montarme en esas nubes. El futuro se construye desde el presente, y yo no puedo trabajar pensando lo que haré en 4 años, sino enfocarme en cómo ser un buen concejal, sacar lo mejor de mí y que sea la ciudad la que evalúe nuestros esfuerzos por construir una mejor Cartagena.
A continuación la entrevista completa con Javier Julio Bejarano.