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Política

“La monarquía del ‘Bolívar Primero’ deja a un Bolívar peor”: Zaith Adechine

El candidato a la Gobernación hizo una apuesta poco convencional sobre Yamil Arana. Habló de sus propuestas, en contraste a lo dejado de hacer por Blel y por Dau.

“La monarquía del ‘Bolívar Primero’ deja a un Bolívar peor”: Zaith Adechine

Zaith Adechine, candidato a la Gobernación de Bolívar por el Movimiento de Salvación Nacional. // Juan Sebastián Ramos - El Universal

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Algo que se le aplaude mucho a Justin Trudeau, primer ministro canadiense, es que escoge a los miembros de su gabinete ministerial teniendo en cuenta los logros que han tenido en el ámbito que se moverán. Un médico laureado, a cargo del Ministerio de Salud; un astronauta, controlando el transporte; un general de mil batallas dirigiendo la defensa, y así con otras carteras. Lea: Si fuese por las redes, estos nombres ganarían la Alcaldía y la Gobernación

Zaith Adechine, candidato a la Gobernación de Bolívar con el aval del partido Movimiento de Salvación Nacional, busca hacer lo mismo en nuestro departamento; sin embargo, con ciertos matices congruentes a nuestro contexto y que los que tengan el poder de elegir sean los grupos sociales que cada secretaría busca impactar.

¿Cómo se come eso en una región donde lo tradicional es elegir a dedo, usualmente pagando favores políticos y apoyos electorales?

No voy a elegir todas las secretarías por medio de un mecanismo en el que sea la gente la que escoja, pues eso sería populista de mi parte. Sí planeamos que para secretarías como Agricultura, sea escogida una terna por parte de las asociaciones campesinas; Salud, postulada por una mesa de representantes de la medicina regional; Iderbol, por representantes del deporte; y Educación, elegida por sindicatos, docentes y padres de familia.

Pero sí hay dependencias que escogeré yo, como Hacienda, Secretaría Privada y Secretaría General, pues necesito que sean integrantes de mi equipo de confianza.

Luego de tantos meses de forjar su candidatura, con algunos obstáculos y controversias, ¿por qué está tan seguro que tiene lo necesario para ser la mejor alternativa de esta contienda?

Primero, porque tenemos una candidatura independiente que busca romper ese paradigma de que no se puede hacer política sin tener acuerdos politiqueros. Me he preparado para ser un gerente público con competencias técnicas, pero que logre tener el carisma para conectar con la gente. Un buen gobernador debe conocer de administración pública, finanzas públicas y contratación estatal, pero también conocer las necesidades de la ciudadanía para hacer las propuestas más acordes.

¿Qué no tenemos? Los acompañamientos políticos que, si bien inciden muchas veces en las contiendas electorales, están mandados a recoger. Claramente hay actores políticos sin tachas, pero nosotros preferimos romper con el modelo político y con el paradigma, gobernando con la gente. Aunque esto no quiera decir apartar a congresistas, diputados o concejales, pues los hay buenos y su aporte ayudará mucho a la gobernabilidad.

¿Y considera que esos elementos serán cruciales para hacerle frente a la candidatura de Yamil Arana, quien se muestra como el candidato más fuerte?

En el Arte de la guerra, de Sun Tzu, se reseña que si tú eres débil, tienes que hacerte pasar por fuerte. Si ellos no tienen mucha capacidad propositiva, académica y técnica, entonces tienen que gastar millonadas para llenar escenarios. 5 mil personas que no van a escucharlo, sino porque les toca; y él ni se acerca al micrófono ni habla con nadie, ni hace entrevistas y te aseguro que no irá a debates públicos porque no tiene la capacidad para hacerlo.

Su candidatura, por ende, se enfrasca en mostrarse fuerte económicamente, y es ese el paradigma que buscamos acabar. Este tipo de candidaturas terminan haciéndole daño a la democracia y a la gobernabilidad. Ya pasó con el gobierno saliente en Bolívar.

Pero yo estoy es concentrado en mi candidatura y no pensando en los demás. Una aspiración sin financistas detrás y sin deberle favores a sectores políticos tradicionales. La única con verdadera autonomía para proponer cosas como el Presupuesto Participativo, es decir, que la plata la manejen las Juntas de Acción Comunal, o mi propuesta que parte del gabinete sea elegido por la ciudadanía.

Tiene muchas propuestas diferenciadoras, pero para Judith Pinedo está “biche”.

Realmente yo nunca me he relacionado con ella ni tengo el conocimiento de su persona como para entender por qué dice eso. Mejor pregúntaselo a ella.

Vemos a Dumek Turbay caminando con Yolanda Wong y más tarde fundido en abrazos con Yamil Arana, ¿tiene algún tipo de cercanía con algún candidato a la Alcaldía?

Yo resalto de Dumek que se muestra bien en todas las facetas posibles, como político, como gerente, como líder deportivo y como actor electoral. Es un buen político que registra bien en todos los esquemas que hay en las redes sociales, por lo que lo veo como una opción interesante, pero aún no tengo alianza con ninguna candidatura.

¿Ni con Fabio Aristizábal, candidato a la Alcaldía de su partido?

Es un candidato interesante, inteligente y que se desmarca de la política tradicional, pero que no conozco a profundidad. Nos hemos sentado en dos o tres oportunidades para conocernos y creo que es responsable y conveniente primero llegar a puntos de acuerdo, antes que aliarnos sin saber qué incomodidades podemos generarle al otro. Algo que sí resalto es mi disciplina de partido.

Después de su diagnóstico del departamento y sus recorridos electorales, ¿cómo describe la gestión de Vicente Blel y de William Dau?

Nuestro departamento es una región con municipios que no generan recursos y que se raja en finanzas públicas. Por ende, no vemos inversión en educación, salud, deporte, recreación o cultura. Además, no se le apuesta a la generación de empleo, al fortalecimiento del sector privado para que tribute y mejorar nuestro recaudo fiscal. En nuestra propuesta, además de estos ámbitos a fortalecer, está la seguridad, los derechos humanos, el desarrollo agrícola y la modernización del sector público con dinámicas del sector privado.

¿Dau? Un desconocedor total de lo público, algo tan grave como lo es la corrupción. Trató de ser transparente y honesto, pero lo que provocó con sus falencias fue el desgobierno y la falta de administración.

En el caso de Blel, pues deja un departamento en malas condiciones, en comparación con los índices de otros apartamentos como Atlántico, Boyacá, Cesar, Córdoba, Antioquia o Valle del Cauca.

Y estamos mal. Hay unos municipios que parecen pueblos olvidados y unos indicadores de competitividad que dan pena. No hay criterios técnicos. El índice de acueducto y alcantarillado da vergüenza. Hablan de un “Bolívar primero”, un “Bolívar mejor”, pero lo que dejan es un Bolívar peor. Solo es preguntárselo a la ciudadanía.

Pero los ves concentrados en sacar adelante a una candidatura con fines más políticos que técnicos y altruistas. Manejar el departamento como si fuese un predio familiar, una monarquía, en donde todo aquel que no haga parte de su estructura política, pues no puede triunfar en la política regional. Eso es un grave problema.

En otras regiones hay familias que se manejan así, pero trabajan de la mano con otros actores, sin intentar imponer candidatos, sin meterse en las elecciones. Juan Carlos Gossaín y Dumek Turbay no incurrieron en estas dinámicas que tanto daño le hacen a la democracia.

¿Qué pueden esperar los bolivarenses de Zaith Adechine?

Independencia, aunque esto no quiere decir que mandaremos a otro planeta a los actores políticos, pues los que quieran trabajar por el departamento aportarán gobernabilidad. Pero esta no se puede garantizar a punta de acuerdos políticos, sino pensando en conjunto donde se deben ejecutar los recursos para atender a los sectores con problemas más urgentes.

Desde las elecciones es cuando comienza a forjarse lo que serán los cuatro años de mandato. Si usted vota por campañas que hacen del dinero la mejor propuesta que tienen, pues usted eligió clientelismo, contratos entregados a dedo y burocracia, antes que gasto eficiente.

No podemos pretender algo distinto, votando de la misma forma. Votando por promesas vacías que carecen de contraste técnico, y luego no salen con nada o hacen de la corrupción en la contratación una forma natural de las cosas. Romper esos paradigmas normalizados es lo que buscamos.

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